EL PSOE ha expresado por boca del portavoz en la Comisión de Constitucional, Ramón Jáuregui, que en estos momentos es necesario llevar a cabo un proyecto reformista más ambicioso que el planteado el día 24 por la vicepresidenta del Gobierno en su comparecencia en el Congreso. Un proyecto que aborde reformas constitucionales. La del Senado.

Los ciudadanos han manifestado una posición política de reproche a su mantenimiento en la situación actual. Cerca del 10% de los votantes en las últimas elecciones (1.700.000), no votaron las listas del Senado (se abstuvieron, votaron en blanco o hicieron voto nulo).

La reforma se puede abordar ahora que hay mayoría absoluta del PP, también presencia mayoritaria del PP en las CCAA y una oposición (PSOE) con voluntad de pactar. Desgraciadamente estas tres circunstancias no se dieron antes.

Siempre estuve a favor de la reforma del Senado. Mi lección inaugural del Curso Académico en la Politécnica de Algeciras, versó sobre ello. Fue también motivo de una conferencia que pronuncié en la Universidad de Granada. Colaboré con Juanjo Laborda en la elaboración de un documento que sometimos a los grupos parlamentarios, que duerme el sueño de los justos. Nadie, por tanto, puede decir que sea una posición ahora que ya no soy senador.

Un proyecto, también, que incorpore el Derecho Europeo a nuestra Carta Magna. Considero más importante aún, mejorar la calidad democrática. Existe un descontento y un desapego creciente de la ciudadanía hacia la política. Hay necesidad de que la política gobierne a la economía y de que el Congreso sea más flexible y dinámico. Esto se puede lograr pactando reformas encaminadas a facilitar la participación ciudadana, acercando a representantes y representados y mediante iniciativas como:

-Reforma del Sistema Electoral, para que haya una conexión más directa entre el elegible y los electores.

-Crear la figura del Diputado 351.

-Impulso a medidas de Transparencia y lucha contra la Corrupción.

-Adoptando medidas en el campo de los medios de comunicación, para que haya un sector audiovisual saneado, independiente y plural. Y respetando el que cada comunidad autónoma lleve a cabo las medidas de saneamiento de sus propios canales públicos.

-Desarrollando la Ley de Memoria Histórica, porque es una cuestión de Dignidad y de Justicia.

Nunca más una actitud sectaria del PP que bloqueó durante los 8 años de oposición las renovaciones de los cargos institucionales del CGPJ, Tribunal Constitucional, Tribunal de Cuentas, etc.

La comparecencia de la vicepresidenta, Sáenz de Santamaría, dejando para el último minuto de su réplica, el anuncio más polémico, el cambio en el sistema de elección del CGPJ, sin que la oposición pudiese opinar y habiéndolo un medio dado por hecho con anterioridad al anuncio, me hace pensar: ¿va a ser esta la manera de proceder del Ejecutivo de Rajoy? La encrucijada que vive España, reclama la mejor de las disposiciones, esa es a mi juicio la que mostró Jáuregui.