Alejandro Pérez Guillén compartió ayer en Algeciras su particular homenaje al personaje mitológico Orfeo. El poeta de Benalup, bibliotecario en su tierra natal, fue el protagonista del regreso del ciclo de Letras Capitales una temporada más a la ciudad con AlCultura, de la mano del Centro Andaluz de las Letras (CAL), dirigido por el algecireño Juan José Téllez.

Esbozó con detalle su poemario En manos de Orfeo, personaje que estuvo perdidamente enamorado de Eurídices. Argumentó las pericias para conquistarla, definiéndolo como "uno de los gestos de amor más bonitos de la historia de la literatura. Pero mi libro no es un poemario de amor, sino que realmente el mensaje que quiere transmitir es un mensaje que enlazo perfectamente con los tiempos que corren hoy día, en el que cada uno está pendiente de sí mismo y no presta atención al que tiene al lado".

Recordó que Orfeo, que se caracteriza por su don musical, consiguió conquistarla pero ese amor le duró poco porque ella fue mordida por una víbora y murió. No se contentó con la situación y se plantó en la puerta del infierno para reclamar la vuelta de su amada. A través de sus quejas y la música fue capaz de obtener una posibilidad de recuperar a su amada, consistía en traerla él mismo y acompañarla pero sin mirarla hasta que llegasen a la tierra. "Pero claro aquella persona realmente enamorada es imposible que no pueda caer en la tentación, el cayó, y un poco antes de llegar a la tierra la miró y la perdió definitivamente".

En este sentido, con el poemario Pérez trata de extraer el mensaje: "si estuviéramos en manos de Orfeo la felicidad sería un hecho más fácil de conquistar".

Los libros de Pérez siempre han sido poemas y todos deben tener tres ingredientes, recordando con ello la idea de Julio Mariscal Montes y otros escritores. Detalla que "el poema tiene que ser sencillo porque sino lo es el lector no lo entiende, tiene que ser claro, el mensaje tiene que llegar con cierta nitidez, y fundamentalmente tiene que emocionar, tocar la fibra sensible". Explicó que su objetivo en cada texto y poema es "lanzar un sentimiento aunque parta de una anécdota o experiencia vivida por mi parte, pero que esa experiencia se le quite todo lo anecdótico y al final se quede con un sentimiento universal en el que en determinados momentos pueda identificarse".

Sobre la madurez poética se presume con el paso de los años , el autor del poemario apuntó que "creo que la persona es la que madura y como la persona madura hay quien tiene su cierto paralelismo con el poeta. Los dos maduran pero por la sencilla razón de que el poeta no es alguien distinto a la persona. Quien está bajo los versos y palabras es la persona que escribe".

Tuvo palabras también para el CAL, institución de la cual detalló que "parece que no se le da la importancia que realmente tiene, pero de la que seguramente si no existiese todo el mundo pensaría que es lo que necesita Andalucía". Además tiene una estrecha amistad con Téllez, que hizo el prólogo de su poemario Sueños de hada sin hada madrina, además de presentarle por más sitio de la geografía española.

Pérez Guillén es Licenciado en Filología Hispánica. Ha publicado Entrevista con la palabra (Ayuntamiento de Benalup, 1997), Sueños de hadas sin hada madrina (Salobreña, Granada, Alhulia, 2003), Tardes en fuga (Ayuntamiento de Salobreña, 2005), Monedas de papel (Cádiz, Diputación, 2006) y La otra realidad (Alacena, Málaga, 2009). Además fue columnista en el Diario de Cádiz. En la presentación también contó con la presencia de la escritora y pintora María Sánchez Román.