Cultura

Antonio Rojo, en busca del superhéroe

  • Este linense trabaja para empresas de cómic de EEUU y empieza a despegar

Antonio Rojo ha tenido siempre clara su pasión: el dibujo. Pero no el que desfila sobre tramos de óleo ni pinceladas de acuarela, sino el que se pasea sobre el papel a bordo de un lápiz con la imaginación como equipaje. La incesante búsqueda del superhéroe ha llevado a este linense afincado en Algeciras, de 37 años, a robarle tiempo a su pasión compaginando una vida laboral con la aventura del mundo del cómic.

Con 4 años ya se afanaba en reflejar a los guerreros con carbón, ganó incluso algunos concursos escolares. Su madre pintaba, una habitación en su casa estaba reservada para ella y su creatividad, lo cual inspiró sus ganas y curiosidad. "Hay artistas que son completos, yo no me considero un artista, sólo soy un dibujante". Su modestia se entiende al descubrir como con cada dibujo Antonio Rojo se siente realizado.

Pero también hay que destacar que muchas de sus creaciones han sido y son muy seguidas en Estados Unidos (EEUU), algunas incluso han inspirado películas o, en un futuro, alguna serie de televisión, además de poder presumir de haber tenido algunos de sus dibujos colgados por estaciones de transporte urbano en ciudades como Nueva York o San Diego, a la vista de cualquier ciudadano, como si eso fuera nada.

Sus primeros pasos los dio en diversos estudios de pequeño ámbito americano, cómics e ilustraciones por encargo, y a raíz de ahí conoció a la empresa Creative Impulse Enterteinment. Desde hace unos cinco años está con ellos, su principal trabajo ha sido la miniserie en cómic de su éxito Justice for Hire, de la que ahora se está haciendo una serie de animación basada en los dibujos de Rojo, que puede verse en Youtube.

Actualmente, se está encargando de una especie de "precuela" sobre Justice for Hire. "Me dijeron que hay varios estudios de televisión y muchos canales de internet que quieren que hagamos de la miniserie una serie de animación pero basada en los dibujos", con lo cual ha vuelto a desempolvar los mismos personajes, pero tras casi cinco años con más experiencia y técnica. Así, la vuelta a realizar este número cero viene de la mano de la reciente creación de Aluna, un cómic ambientado en la época de los conquistadores españoles en las islas del Caribe y la actual Colombia. Se trata de un encargo de la actriz latina Paula Garcés, "que tuvo interés en hacer un cómic de ella misma pero ambientada en la época de los conquistadores y lo hicimos, acabé diseñándolo todo".

Y hace un par de años realizó para la editorial Markosia de Inglaterra una novela gráfica llamada Serpent Wars, en la cual Antonio Rojo se encargó estrictamente del dibujo, siendo publicada con bastante éxito en EEUU y Reino Unido. Este proyecto lo inició por su cuenta contactando con dos guionistas. Se editó una tirada de 800 ejemplares que se vendió rapidísimo, espera que se reedite sin embargo, pese a ser el trabajo que más le han reconocido en el exterior también es el que más quebraderos de cabeza le dio, e incluso la web la realizó junto a un amigo de La Línea.

La gran ilusión de Antonio Rojo, sin duda, sería poder trabajar para alguna gran empresa americana, como Marvel o DC, "al principio toda la ilusión era publicar en EEUU, pero hay miles de editoriales pequeñas que te dan la oportunidad aunque no entras todavía en el olimpo de los grandes dibujantes". De la tira Serpent Wars puede presumir que Guillermo del Toro se interesó para convertirla en una saga al estilo Piratas del Caribe; en el caso de Aluna, nació con el fin de ser una serie para los hispanohablantes de EEUU, Garcés pretende si adquiere éxito el cómic llevarlo a la pequeña pantalla siendo la primera superhéroe latina, "pensé eso es como tocar el techo y si alguna vez se hace pensaré que lo dibujé yo". De su contacto con la actriz surgió otro trabajo elaborando el storyboard y el logotipo de una película independiente llamada Kings of Bushwick, que ahora se pasea por todos los festivales de EEUU de este género.

Antonio Rojo se ha adueñado de su propio talento de forma autodidacta. Inició Bellas Artes en Sevilla pero duró poco, "van a la pintura al óleo, al modelado, tu enseñabas un poco los cómics y te miraban raro". Así que volvió a casa y tuvo que compaginar su deseo por dibujar con la vida laboral, lo cual ha provocado que su reconocimiento en el mundo del cómic sea algo tardía, además internet le ha permitido impulsar su contacto con empresas. "Es una relación más directa, esperas que te devuelvan el e-mail, subes tus cosas y las ven, antes esperabas tres o cuatro meses y te contestaban con un 'no nos gusta', y en ese tiempo no hacías nada".

Celebra el gran número de dibujantes que tiene la comarca y de tanta calidad como Pacheco o Ryp, aunque reconoce que no hay una cultura del tebeo que los mantenga en contacto, pero todos saben dónde está cada uno. Sea como fuere hay gente que dice que la cercanía de Gibraltar ha alumbrado esta explosión creativa, o quizás sea la luz, que incita a dibujar. Rojo se considera un "currante" del cómic, al cual quizás le ha faltado el factor suerte, pero mientras viva dibujará.

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