Maritimas

Más de 400 familias están pendientes de la campaña del atún rojo en las almadrabas

  • Todo está casi a punto, a la espera de conocer las cuotas de captura y la llegada de las piezas

300 trabajadores almadraberos más otras 100 personas de empresas que dependen directamente de las cuatro almadrabas gaditanas siguen aún a la espera de conocer cuál es la cuota de captura que les corresponde. A estos se une el personal de suministro, portuarios, transportes, etc. Mientras, el sector está dando los últimos toques para terminar de colocar todo el entramado de redes.

Los puertos pesqueros de Tarifa, Zahara de los Atunes, Barbate y Conil viven estos días los últimos trasvases de material mediante las embarcaciones de apoyo desde el muelle hasta la mar. Todo está apunto para terminar de calar el laberinto de redes y boyas. El presidente de la Organización de Productores Pesqueros de Almadraba (OPP), Diego Crespo, espera que el calamento pueda estar concluido hacia el 20 de este mes.

En cualquier caso, la duda sobre la cuota definitiva pesquera planea sobre los muelles, también sobre si habrá o no fondo de maniobra, destacó Crespo. Otro punto importante es conocer si habrá posibilidad de obtener alguna cuota correspondiente a la transmisiones de otras flotas. Con todo, Crespo resaltó que el plan de recuperación de la especie "está funcionando. Atunes hay". Tanto en 2009 como en 2010 se alcanzaron las cuotas rápidamente y "hubo que liberar los atunes que iban entrando".

Las empresas continúan realizando sus gestiones al respec to. Este año, el comienzo de la actividad no estuvo exenta de conflicto, ya que los trabajadores se negaban en un principio a calar las artes sin conocer previamente la cuota. Sin embargo, hubo un compromiso por parte del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino. Esto les dio confianza.

Lo que está claro, según Crespo es que en una fecha determinada, los copos deben estar preparados para acoger el p aso de atunes "si llegas tarde, a lo mejor, cuando terminas de calar la almadraba han terminado su paso migratorio y pasas la temporada en blanco". Las primeras capturas, aunque no es siempre así, suelen llegar a finales de abril, siendo el mes de mayo el más importante, aunque la temporada puede prolongarse hasta mediados del mes de junio.

Hace ya años, que la instantánea de esos barcos japoneses, como el Corona Reefer, ya no se ve en Tarifa. Todo el proceso de clasificación, descabezado, eviscerado y despiece, que antes se hacía a bordo de los buques, se realiza ahora en el puerto de Barbate. Allí se congela, para su comercialización, tanto en el mercado nacional y europeo, como en el japonés. Antes venían tres o cuatro barcos a la zona y ahora solo uno, "principalmente por que hay una industria y por la reducción de cuota", indicó.

En cuanto a cifras, en épocas de bonanza, cada almadraba capturaba una media de 1.500 toneladas "la naturaleza imponía los límites". El año pasado, la cuota inicial era de 667 toneladas, además de otras 87 de fondo de maniobra y 135 por la compra a otras flotas.

El atún rojo representa una minoría en el consumo de atún para Japón. El 80% del atún de estas almadrabas va a la exportación y el resto para España y Europa. Además de Japón, el primer comprador, el objetivo es Corea y EEUU. Crespo explicó que las empresas aún no han cerrado el negocio de compra con Japón. En todo ello parece que pueden haber incidido los trágicos terremotos y sunami sufrido por ese país.

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