Capitanía impone una multa a los buques libaneses por las deficiencias

El remolcador y la barcaza abandonados no podrán zarpar sin que se abone una fianza de 40.000 euros y se palíe los problemas con los que cuenta · Sólo quedan tres de los seis tripulantes

Uno de los tripulantes pasea sobre la embarcación de origen libanés portando un ejemplar de 'Europa Sur'.
Uno de los tripulantes pasea sobre la embarcación de origen libanés portando un ejemplar de 'Europa Sur'.
Francis Mena / Algeciras

19 de septiembre 2009 - 01:00

Uno de los voluntarios de la Cruz Roja afirmó, tras atender el pasado jueves a los tripulantes libaneses abandonados, que "su situación va para largo". No se equivocaba. Ayer Capitanía Marítima informó que para que el remolcador y la barcaza libanesa abandonadas en Crinavis puedan dejar el puerto alguien tendrá que pagar 20.000 euros de fianza por cada uno de los barcos y paliar las graves deficiencias encontradas en estos y que podría poner en riesgo tanto la navegación como a la tripulación.

Las embarcaciones llegaron a finales de agosto con cinco tripulantes libaneses y uno de origen sirio, y ayer por la mañana ya sólo quedaban dos libaneses y el sirio.

Por ahora la Guardia Civil se ha hecho cargo del asunto, por lo que la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA) está a la espera de la investigación que realicen, y mientras se diga lo contrario el barco seguirá en el atraque que el puerto le ha facilitado por motivos de seguridad náutica y, una vez conocida su situación, por razones humanitarias.

El remolcador Master entró en la Bahía de Algeciras el 29 de agosto transportando a la gabarra Sabine. Procedían de la segunda ciudad más grande del Líbano, Trípoli, y se dirigían al país africano de Sierra Leona. Según fuentes oficiales, entró en aguas españolas en Algeciras sin autorización y posteriormente fondeó, también sin permiso, en el fondeadero situado frente a San García. Ante estos hechos la Guardia Civil se desplazó para proceder a la inspección de ambas embarcaciones. Con la patrulla de la Benemérita también se movilizó el Miguel de Cervantes por si era necesaria su intervención para evitar contaminación o por otra situación de riesgo, bien para las embarcaciones o bien para los pasajeros.

Después de ser atracado, el pasado día 31 se le realizó una inspección técnica en profundidad y se le detuvo por deficiencias graves según contempla el reglamento del Memorándum de París. Capitanía Marítima de Algeciras le abrió, como es habitual en estos casos, un expediente sancionador con una fianza de 20.000 euros a cada barco, que tendrá que ser abonada antes de irse. Además no podrán zarpar sin haber paliado las deficiencias que se le encontraron.

Además, el pasado día 7, Capitanía decidió ponerse en contacto con las autoridades marítimas de la República del Líbano que le informó que no es un barco de nacionalidad libanesa por lo que se sospecha que la bandera que portan es una bandera pirata. Ahora la Capitanía Marítima espera una respuesta de algún representante legal de las embarcaciones para que se haga cargo de las multas y de las embarcaciones. Según Capitanía Marítima, el remolcador no cuenta con documentación para realizar traslados internacionales ni cumple la normativa europea para permanecer a bordo. Allí, los tripulantes permanecen en un viejo contenedor que les sirve de camarote.

Actualmente tampoco cuenta con una consignataria. A su llegada a la Bahía se le asignó la empresa HM BLAND que posteriormente renunció a su consignación.

En el caso que pasen los días y el armador, o algún representante legal, no aparezca y se haga responsable de los barcos o del pago del coste del atraque del puerto Bahía de Algeciras, la solución más habitual en estos casos es proceder al desguace de los pecios.

Mientras tanto la Cruz Roja seguirá llevándole alimentos y mantas a los tres tripulantes que aún no han desaparecido y que permanecen en el remolcador. Ayer, fuentes de la Cruz Roja confirmaban que estas personas se encuentran en buen estado de salud y que sólo necesitan algo de alimento, al haberse agotado las provisiones que traían, y mantas.

En los próximos días se espera que se aclare aún más el asunto, y se determinará el plazo de tiempo que se le dejará para abandonar la Bahía previo pago de la fianza.

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