El trabajo comercial para que las primeras navieras del mundo elijan ser clientes de Astilleros Cernaval para reparar sus buques es arduo y constante. Una amplia red de brokers repartida por todo el globo vende las excelencias de las instalaciones que posee el empresario Mario López tanto en la Bahía de Algeciras, en las instalaciones portuarias de Campamento (San Roque), como en Málaga. Grecia, Chipre, Holanda, Bélgica, Alemania, Singapur, el equipo comercial de la compañía viaja además muy frecuentemente a los puntos estratégicos del mercado marítimo, los lugares donde suelen concentrarse los armadores, para afianzar la imagen de la compañía y captar nuevos clientes hacia el Estrecho. De la fidelización ya se encarga el trabajo bien hecho, y a precios competitivos.

El resultado de los miles de kilómetros recorridos son los 22 buques que sólo hasta el mes de abril han sido reparados en Cernaval, alzando su dique seco de 400 metros de eslora y el flotante, de 176, como verdaderos imanes para la atracción de empleo para el Campo de Gibraltar.

El director comercial de Astilleros Cernaval, Enrique Pérez, explicó que la empresa está manteniendo en 2012 una plantilla que fluctúa entre los 250 y los 300 trabajadores. "Y ya tenemos cerradas cuatro reparaciones para las próximas semanas que garantizarán la carga de trabajo hasta el próximo verano", afirmó.

Ese empleo debe sumarse al que generan en empresas auxiliares, provisionistas, transportistas e incluso taxistas, entre otros servicios tan básicos como la hostelería, que viven del continuo trasiego de barcos que gracias a la inversión privada de Mario López y el trabajo de su gente mantiene Cernaval.

Sus instalaciones están ahora al completo y así continuarán en los próximos meses. Casi desde el otro lado de la Bahía de Algeciras puede verse que uno de los buques en los que están trabajando ahora en el dique seco es, a simple vista, especial. Se trata del buque de perforación Jasper Explorer, especial por su complejidad en los equipos electrónicos. Con 150 metros de eslora y 30 de manga, pertenece a la naviera Jasper Offshore de Singapur. Se trata de un buque de alta tecnología, que cuenta hasta con un helipuerto y que lleva 40 días en Cernaval. Tiene prevista su salida dentro de un mes.

El Jasper Explorer comparte dique seco con el buque quimiquero Stolt Vestland, de la holandesa Stolt Tankers y tiene 175 metros de eslora y 31 de manga. Además, en las instalaciones portuarias de Campamento también están el buque cablero Raymond Croze (con 117 metros de eslora y 21 metros de manga) de la naviera France Telecom Marine y el portacontenedores Nord Seoul, con 187 metros de eslora y 28 de manga, de Norden As, de Dinamarca.

La máquina comercial no puede pararse. En las próximas semanas, los empleados de Cernaval viajarán a Italia para posteriormente estar presentes en Posidonia, en Atenas, durante la primera semana de junio. Tras la feria griega llegará el turno de Chipre. "Antes del verano iremos a Holanda, Bélgica y Alemania. Son vitales ya que allí está el grueso de nuestros clientes más relevantes", contó Pérez, que explicó que tras el verano irán a otra feria en Hamburgo y a Singapur, para afianzar la presencia del Estrecho de Gibraltar y de sus servicios al buque en el mercado asiático.