La prensa marroquí teme por el futuro del puerto de Tánger-Med. El diario La Vie Éco titulaba ayer que un conflicto social pone en peligro su actividad después de varios días de huelga. El diario marroquí publicó que la productividad en sus terminales ha caído tanto que APMT y Eurogate han preferido suspender la actividad en Tánger ante la imposibilidad de responder a los requerimientos de sus clientes y a los estándares de calidad de sus servicios. Según ha podido saber este diario, estos tráficos se están desviando a los puertos de Algeciras, Málaga y Valencia.

Fuentes consultadas por Europa Sur confirmaron que hace unas dos semanas que aquel puerto está parado, aunque desde APM Terminals indican que la terminal del consorcio danés no ha llegado a parar totalmente, sí Eurogate. La Vie Éco contaba en su edición digital de ayer que, debido a las movilizaciones, la productividad ha descendido desde los 22 ó 20 movimientos por hora que se daban en una situación normal, a los 10 o incluso cinco movimientos actuales. Además de pérdidas millonarias para los operadores, la inactividad y la conflictividad laboral está causando una merma de la confianza para Tánger-Med.

El conflicto laboral parece ir más allá de requerimientos económicos y sociales. Las empresas denuncian al rotativo marroquí que el sindicato Unión Marroquí del Trabajo (UMT) afiliado a la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF, por sus siglas en inglés), también pretende revisar la política de subcontratación de trabajadores.

Mientras tanto, los muelles de las terminales de contenedores de Algeciras continúan trabajando a pleno rendimiento. Por un lado, por la centralización a este lado del Estrecho de los transbordos de West-Africa. Por el otro, por los desvíos que están trayendo al puerto más trabajo, tanto de Maersk Line como de otras navieras que buscan en otros puertos la seguridad que hoy no hay en Tánger-Med.

En Málaga, la actividad en las últimas semanas en sus muelles está siendo como la de los buenos tiempos, con unas 23 escalas a la semana, aunque las fuentes consultadas indican que se trata de un repunte temporal. Aunque Maersk anunció que aquel puerto dejaría de estar en sus escalas habituales, lo cierto es que el goteo de sus barcos sigue existiendo. A esta naviera hay que sumar las escalas de otras que utilizaban Eurogate y que ahora buscan otros puertos.

La situación preocupa en Tánger y en Marruecos -que celebra elecciones próximamente-, ya que son conscientes de que un barco que no recala en sus muelles supone la pérdida de cuota de mercado en el Estrecho.