Cáritas ha notado un notable incremento de familias que demandan ayudas sociales a través de la organización porque a causa de la actual crisis económica sus miembros se han quedado en el paro o no consiguen llegar a fin de mes a pesar de mantener sus puestos de trabajo, según explicó su presidente, Manuel Cerván.

El máximo responsable de Cáritas en La Línea explicó que la ayuda asistencia se mantiene pero con dificultades puesto que el número de personas que la solicitan se ha visto incrementado en gran medida y "la crisis también ha llegado a nosotros y tenemos menos ingresos".

A pesar de ello, las personas que forman Cáritas y que están presentes en todas las parroquias del municipio no se rinden y han decidido poner en marcha dos iniciativas antes de final de mes para tratar de ayudar a las familias linenses que se encuentran en una situación precaria.

Una de esas iniciativas es crear una bolsa de trabajo con una base de datos en la que los parados que se acercan por las iglesias puedan dejar sus datos y dejar constancia de lo que saben hacer. Otra de las aportaciones de Cáritas será una oficina para atender a las familias "y ayudarles a reconducir su vida", señaló Manuel Cerván, que explicó que muchas veces "las personas tienen los recursos suficientes pero se encuentran perdidos". Los interesados encontrarán en este dispositivo consejos sobre cómo refinanciar deudas, alargar la hipoteca y qué derechos tienen frente a las entidades bancarias, entre otras cosas.

Por lo que respecta al Hogar Betania, el presidente de Cáritas explicó que actualmente da cobijo a 16 personas que están a la espera de obtener un puesto de trabajo o de entrar en una residencia porque el objetivo es "evitar que estas personas estén en la calle o de albergue en albergue a lo largo del país".

Antes, el centro era capaz de dispensar hasta 30 comidas, aunque sólo 16 pernoctan allí, pero ahora "ni tenemos espacio suficiente para eso, ni podemos afrontarlo desde el punto de vista económico. Además, se resentía el ambiente del centro".

Por su parte, la concejalía de Asuntos Sociales también ha notado un incremente en el número de personas que solicitan ayuda al departamento, en especial pidiendo un puesto de trabajo, las ayudas de emergencia o los salarios sociales, según explicó la concejal responsable, Inmaculada Olivero.

La concejal explicó que los Servicios Sociales tienen ahora nuevos usuarios, personas que se han quedado desempleadas a causa de la crisis económica, en especial del sector de la construcción. Estas personas son atendidas por las trabajadoras sociales de la concejalía y derivadas a otros departamentos y organismos que pueden prestarles ayuda como el es caso de la delegación municipal de Empleo y el SAE.

Olivero explicó que el número de demandas ha crecido pero "el dinero del que disponemos es el mismo y lamentablemente hay momentos en los que tenemos que decir no porque tenemos un presupuesto". La edil criticó el sistema de financiación actual de los ayuntamientos precisamente para tener que evitar dar negativas a solicitantes de prestaciones.