El Algeciras Club de Fútbol se convirtió ayer en equipo de Primera Andaluza, después de que el club albirrojo no lograse cerrar un acuerdo con los jugadores que mantenían denuncias en la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) por impago. La Comisión Mixta (Afe-Federación) que se encarga de los descensos administrativos informó ayer al club albirrojo de que la deuda que mantenía en la AFE de 175.344 euros por las denuncias de quince futbolistas. La AFE no aceptó la garantía de los avales presentados por la entidad, lo que provocó que perdiese la categoría.

A la 1:10 minutos, la AFE confirmaba que Algeciras, San Isidro y Logroñés estaban descendidos después de no haber conseguido hacer frente al pago. Varias decenas de socios aguardaban en el estadio hasta que la directiva apareciese para ofrecer alguna explicación. Ante la tensión y algunos gritos de amenazas, los mandatarios solicitaron la presencia de la Policía Nacional en el Nuevo Mirador. Al cierre de esta edición, los aficionados seguían esperando en el estadio la salida de los directivos, con los que previamente habían discutido.

Pocos minutos antes de que la AFE confirmase el descenso del club algecireño, tanto el presidente, Manuel Pascual, como el empresario Miguel Ángel Verdejo insistían en que el lunes acudirán a la sede del sindicato de jugadores para presentar una alegación en un último intento desesperado de aferrarse a la categoría.

Verdejo, que actúa como patrocinador, insistió en que continuará apoyando al club pese a perder la categoría, mientras que los socios presentes en el estadio exigían la marcha del empresario cordobés por sentirse engañados.

Pascual, por su parte, mantenía que el descenso se había producido por no lograr acordar el pago de los 50.000 euros que Verdejo no había querido abonar, ya que insistió desde el principio en que no aportaría más de 120.000 euros.

Durante toda la jornada, el empresario insistió en que no se "bajaría los pantalones más con los jugadores", si bien a última hora de la noche aseguró que había ofrecido a estos la totalidad del dinero, contradiciendo las palabras de Pascual.

La directiva algecireña mantuvo reuniones durante toda la tarde y la noche de ayer con los futbolistas que se negaban a retirar la denuncia. La intención de los mandatarios era llegar a un acuerdo para conseguir que perdonasen parte de la misma o aceptasen formas alternativas de cobro. Las conversaciones se prolongaron durante toda la jornada, si bien no se produjo acuerdo alguno.

Al filo de la medianoche, cuando expiraba la moratoria establecida por la Comisión Mixta para efectuar el pago de la deuda, el mecenas de la entidad albirroja, Miguel Ángel Verdejo, trató de llegar a un acuerdo con los tres únicos jugadores que se encontraban en el estadio en ese momento, Isaac, Máiquez y Javi Cuadra.

Los dos primeros permanecieron hasta última hora en el Nuevo Mirador. Igualmente trataron de negociar a través del teléfono con el resto de jugadores, pero estos exigían una garantía del pago que no convencía a los profesionales, con lo que no hubo acuerdo.

Es la segunda vez en la historia del club que se produce un descenso administrativo. El primero fue en la temporada 1985-86, cuando el equipo descendió de Segunda B a Tercera por deméritos deportivos y los problemas económicos le llevaron a la Regional Preferente dos campañas después de haber militado en Segunda división. En esta ocasión han pasado cuatro.