El Nuevo Mirador despidió ayer a su equipo, que se va a tomar unas cortas pero merecidas vacaciones, con una ovación con compás de apoyo, de respaldo por el trabajo realizado, que sonó a un aquí estaremos, volved con fuerzas de cara a una segunda vuelta más un partido que se espera más dura aún, pero apasionante. Termina el 2012, termina el año del Centenario y llega el interludio navideño con un confortable triunfo para el Algeciras Club de Fútbol ante el Sevilla C, y podrá cargar las pilas sabiendo que los deberes están hechos pero que el curso se aprueba en junio y que queda mucho por trabajar.

La tremanda igualdad hace preveer que el camino hasta el objetivo final, el ascenso, vaya a ser complicado. Una prueba es que el parón llega con cuatro equipos -Córdoba B, Coria, Algeciras y Mairena- compartiendo la primera plaza con los mismos 33 puntos. El dato positivo es que al Algeciras se le presume, porque se le ve, que tiene un importante margen de mejora sobre todo a nivel individual.

Fiel a su historia de equipo sufridor, ayer no pudo ser un encuentro relajado, aunque bien pudo serlo si, una vez más, hubiera matado el partido cuando tuvo las ocasiones. Dejó vivo hasta el final al Sevilla C, que había sufrido dos zarpazos de calidad, pero le faltó esa experiencia que sí parece tener para otras cosas y estuvo más cerca siempre el tercero albirrojo que el empate.

Sorprendió de inicio el filial sevillista saliendo en busca de la meta contraria, un paso por delante y presionando en el centro. A los 7', Máiquez tuvo que derribar a un contrario que se marchaba con velocidad para la meta de Romero. El árbitro, con buen criterio sin que sirviera de precedente, no interpretó que era el último hombre ya que Berlanga iba a cruzarse en su camino. Amarilla, primera ocasión para el cuadro visitante, gran lanzamiento de Theo y paradón de Romero. Ayer otra vez salió merecidamente ovacionado; salvó al equipo en los primeros minutos.

Los albirrojos atesoran una calidad palpable en momentos puntuales y cuando la sacan a pasear, el rival se echa a temblar. Lástima que no le acompaña la pegada, aunque en la primera parte sí la tuvo y en dos minutos puso el encuentro de dulce. Una internada con ímpetu de Antonio Merino llevó la primera jugada de incertidumbre al área del Sevilla C cuya defensa vio volar la pelota hasta los pies de Marín, que cedió a Miguel y éste con vista se la regaló a Mario para que hiciera el 1-0.

Sin tiempo para la reacción sevillista, llegó el segundo. Al siguiente minuto. Otro gol elaborado y con calidad. Fue Marín quien se lo puso a Iván, inmenso ayer, el mejor de los suyos, para hacer el segundo e incitar a la fiesta en las gradas.

Con el 2-0 todo fue todo más cómodo. El centro del campo del Algeciras hizo su trabajó con puntualidad. Un Iván omnipresente, un seguro Mario y un dominador Javi Chico estuvieron sobresalientes y a pesar de la presión rival resolvieron bien los problemas y permitieron salidas eléctricas por las bandas, sobre todo con Marín que pudo acabar en un Tercero en un par de ocasiones.

Una pega, Miguel, que debutó como titular y se le vio con ganas de agradar, estuvo demasiado desasistido. Le falta coger el tono físico del resto pero puede ser un jugador muy importante.

El Algeciras, que pudo ampliar el marcador, terminó por sufrir por la vía de la incertidumbre en la segunda mitad. Marín puso un centro que no supo aprovechar Narváez. Y a los diez minutos acortaron distancias los sevillanos. Un desajuste defensivo propició un centro y un remate de Antonio, el mejor de los visitantes junto a Theo, dentro del área chica. Del 3-0 al 2-1.

Con Pedro, el Algeciras, que jugó demasiado largo, tuvo más presencia en segundas jugadas. La baja y la aguanta de maravillas pero le falta aún chispa final del gran delantero que es. Hay que decir que acaba de salir de una lesión de bastantes semanas.

Los de Manolo Sanlúcar no escatimaron con el resultado, quisieron y fueron a por más, a veces con demasiada precipitación, demasiado vertical en vez de dormir el partido con posesión y elaborando más las jugadas. Pedro siempre estuvo de por medio, o con pases o como último protagonista. Tras dos caños a dos jugadores del Sevilla C, facilitó a Iván que metió un balón al espacio al que Mario no llegó con claridad y estrelló en el meta Perales, que sustituyó a Luisma en la primera mitad.

Lo ajustado del marcador y un trío arbitral desquiciante dieron alas a los de Fermín Galeote, que no obligaron a Romero a volver a hacer paradas de méritos como la de los primeros minutos.

Las salidas rápidas del Algeciras y un Alvi -que hizo más que Narváez en menos minutos- con intención y desborde pudieron ampliar el marcador y evitar males mayores. Mario y Pedro no tuvieron el acierto suficiente para sentenciar.

Final dulce, aunque con demasiados e innecesarios nervios. Ahora, a descansar y volver con las pilas cargadas. Lo mejor está por llegar.