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Triunfo con masoquismo (1-0)

  • Sufrido El Algeciras avasalla al Pozoblanco, al que puede golear, pero le perdona y está cerca de pagarlo Valioso El tanto de Pedro le vale a los albirrojos para ponerse a cinco puntos del quinto y a uno del líder

Esta crónica bien pudo empezar con una exaltación del fútbol desplegado por el conjunto albirrojo, hablando de un triunfo cómodo, de una goleada, de diversión pura y dura, con un titular que dijera goles de todos los colores, haciendo un juego de palabras con el arco iris que apareció durante el partido sobre el Nuevo Mirador. Pero no, el regusto que quedó fue que el Algeciras CF ganó por la mínima pero se empeñó en sufrir y hacer sufrir a los suyos de una manera totalmente innecesaria sólo y simplemente por esa manía de no sentenciar los partidos antes de relajarse.

Recordó a aquel partido del Mairena que los algeciristas acabaron por pagar con un empate su perdón al contrario. También estuvo a punto de pasarle ante el Atlético de Ceuta hace dos semanas y otra vez ayer ante el Pozoblanco. Y esto no pasó por debilidad de los locales, ni mucho menos, que brindaron un buen espectáculo en la primera mitad y en parte de la segunda, que dominaron, que fueron muy superiores e hicieron (casi) todo lo que se le pide a un equipo que aspira, porque puede, a todo. Los de Sanlúcar crearon  infinidad de ocasiones, las trabajaron, jugaron muy buen fútbol pero estuvieron faltos de esa chispa, de ese último pase, de ese estar en el sitio y en el momento adecuado, de tomar esa última decisión correcta que son necesarias para hacer goles. Y sin terminar el trabajo, el  Algeciras se relajó y dio vida a un rival que pudo igualar en varias ocasiones.

Al final, los algecireños no tuvieron que lamentar nada y, cuando pase el sufrimiento, verán que el triunfo, por encima de todo, es fundamental, de gran valor, ya que les permite sacar ventaja a sus perseguidores, cinco puntos al quinto, y se coloca a uno del líder, el Coria, que empató ante el Antoniano y vuelve a sentir el aliento albirrojo.

En la primera mitad, la lluvia de balones al centro del área fue constante y desde el primer minuto. Pedro y Alvi, que se asociaron muy bien, inquietaron por primera vez en el primer minuto. El Pozoblanco dio muchas facilidades en el centro del campo y permitió muchas llegadas y con mucha gente de los albirrojos, con un Javi Chico muy suelto en tres cuartos de campo contrario, olvidado de sus labores defensivas y con las espaldas bien guardadas por Iván y Mario.

Y así llegaron una decena de ocasiones para los de Manolo Sanlúcar repartidas en toda la primera parte y con casi todos como protagonistas. Sólo una acabó en gol, en el 17'. Un jugadón. Alvi vio perfecto un pase interior a Javi Chico, que dibló al portero, consiguió evitar que se fuese por el fondo y dio el pase a Pedro, que hizo un buen partido, que estaba debajo de la portería. 1-0.

Los cordobeses sólo inquietaron tras una pérdida de balón de Javi Chico pero Sancho decidió fatal. Otra triangulación sirvió a Mario para tener la suya, luego una doble del propio Mario y Víctor González y otra más de Alvi. Y así, un fallo tras otro, se fue vivo el rival.

La segunda mitad comenzó más o menos igual. Un Pozoblanco desbordado y perdido el medio del campo. El Algeciras también tuvo mala suerte cuando Pedro, en el 53', estrelló un remate picado al larguero. Iván, de tiro cruzado, obligó a lucirse al meta Javi Sánchez, que a penas tuvo trabajo a a pesar de las llegadas.

Y claro, el Pozoblanco, viendo que no le llegaba su hora, se agarró a la vida y, sin ideas claras, empezó a ganar metros. En el 62' tuvo lugar el primer aviso. E inmediatamente después tuvo lugar la más clara, obra de Charaf  tras centro-chut. Y este mismo jugador protagonizó la jugada absurda de la tarde en el 78'. En una jugada a balón parado, que fue como llevó peligro el conjunto de José Ángel Garrido como estaba advertido, remató Chapi y, con Romero vencido, el balón se encaminaba a entrar cuando Charaf tuvo un arrebato de protagonismo y empujó la pelota a las mallas estando en fuera de juego. Gol anulado y su técnico se lo quería comer.

Los peores minutos para el equipo local coincidió con el campo de Mario, cansado, sí, pero apuntaló el centro del campo en todo momento. Las sustituciones sentaron mejor al Pozoblanco, que se aprovechó de una empanada local. El público quiso despertar a los suyos porque se temía lo peor. Ni por esas. Tocaba sufrir. Menos mal que los cordobeses mostraron tener pocos recursos y la defensa y el portero albirrojos son una garantía. En el 88', con un paradón a Alberto Fernández, y en la última jugada con un despeje de puño, Romero se ganó el sueldo y el Algeciras tres puntos con demasiado sufrimiento.

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