pandemia Desde la irrupción del sida en la sociedad en los años 80, en España se han detectado 79.363 casos

El estigma perdura tras 30 años

  • Una docena de gaditanos, entre ellos cuatro campogibraltareños, contrae el VIH en 2010 · Las autoridades sanitarias calculan que casi un 30% de los afectados desconocen que lo padecen

Él aguarda, sentado en la sala de espera de un centro médico, los resultados de los análisis a los que acaba de someterse. Apenas supera los 25 años y, tras mantener relaciones sexuales sin preservativo, las sospechas le empujaron a hacerse las pruebas del VIH. Pongamos, por ejemplo, que se llama Alberto y que es homosexual. Aunque, realmente, poco importan su nombre u orientación. Más allá de que podría convertirse en un dato más de las imponentes y desoladoras estadísticas sobre la pandemia del sida en España. En total, desde que aparecieran los primeros enfermos hace ahora tres décadas, en el país se han detectado 79.363 casos. "La mayoría de los infectados de los años 80 murieron. De ellos, muy pocos han logrado sobrevivir", explica Antonio de la Torre, presidente del Comité Antisida del Campo de Gibraltar -el único de la provincia y uno de los tres que existen en Andalucía-.

Corría el mes de junio de 1981 en San Francisco (California), cuando aparecieron los primeros casos de sida entre la comunidad gay estadounidense. Comenzaba entonces el estigma, el desprecio y las miradas esquivas. Un rechazo que aún continúa. "La percepción social de la enfermedad apenas ha cambiado en 30 años. Estoy convencido de que existe una importante discriminación. Por ejemplo, a la hora de contratar un empleado, si hay dos candidatos y uno tiene el VIH; estoy seguro que el trabajo lo conseguirá el primero", apunta De la Torre. Por ello, desde la organización centran una gran parte de sus esfuerzos en este campo, en la lucha contra la estigmatización de los afectados en el ámbito laboral, personal y sanitario.

Pero, a su vez, mientras que el rechazo ciudadano hacia los enfermos apenas sufrió modificaciones, la percepción de la gravedad que implica esta enfermedad sí experimentó una importante evolución. "A peor", recalca Antonio. Porque la efectividad y mejora de los tratamientos médicos ha conllevado una menor visibilidad del problema; y los jóvenes que no observaron con sus propios ojos la irrupción del sida en la sociedad ya no conciben la gran transcendencia que conlleva padecerlo. Que nadie olvide que es una enfermedad mortal, que afecta al sistema inmunitario y que implica seguir una fuerte medicación durante el resto de vida. "Es como someterse a quimioterapia", insiste De la Torre, quien hace especial hincapié en este punto y afirma que al comité comarcal han llegado personas diciendo "esto con tomar unas pastillitas ya está".

Pero no es así. Es cierto que la esperanza de vida de los enfermos mejoró de forma espectacular en las últimas tres décadas. En 1981 era de 13 meses y, actualmente, puede llegar a extenderse hasta los 50 años si se toma antirretrovirales. Y, precisamente, en estos medicamentos reside la clave de los avances sanitarios. A partir de 1996, cuando aparece el Targa (Tratamiento Antirretroviral de Alta Eficacia) se abre un nuevo horizonte. "Supone el salto de la muerte a la vida", recalca Antonio.

Y bien lo saben los enfermos de la comarca. En 2010 se detectaron 12 casos nuevos de sida en la provincia -de ellos, cuatro se dieron en el Campo de Gibraltar-. El año anterior la cifra ascendía hasta los 19. "En toda España se contabilizaron 1.275 enfermos nuevos por VIH ese ejercicio", subraya el presidente del comité. De esta forma, aunque el número de infecciones parece disminuir en el país, aún son bastante elevadas. Además, las autoridades sanitarias calculan que un 30% de los infectados por el virus desconocen que lo padecen.

Una combinación de factores que podría implicar una relevante complicación de la situación en los próximos años. Sobre todo, como indica Antonio, por culpa de una parte de la población que tiene una menor concienciación al respecto de la gravedad de la enfermedad. De hecho, esta coyuntura ha supuesto un cambio en el perfil más común de los enfermos. Antes la edad media de los nuevos afectados se situaba entre los 30 y 40 años; ahora ese dato se emplaza entre los 25 y 30.

Por ello, las labores de difusión de información constituyen otro de los pilares básicos del trabajo que desarrollan los expertos del Comité Antisida del Campo de Gibraltar. "Y las iniciativas de prevención también son de gran importancia", incide De la Torre, quien relata como la organización lleva a cabo diferentes cursos en colegios, institutos y distintos colectivos y asociaciones de la zona.

Y es que, actualmente, la forma de contagio más habitual se produce a través de las relaciones sexuales. De ahí la necesidad de fomentar el uso del preservativo. De ahí la necesidad imperiosa de concienciar sobre ese famoso lema Póntelo, pónselo. De hecho, incluso en uno de los grandes grupos de riesgo como los toxicómanos, la principal causa de infección es el sexo. "Debido al reparto de jeringuillas y, sobre todo, a que el modo de consumir droga ha cambiado. Por ejemplo, la heroína ahora se esnifa", destaca Antonio, quien, por otra parte, apostilla que actualmente se dan más casos entre los heterosexuales que entre los gays.

A todo esto, también aparecen nuevos perfiles de enfermos, que sorprenden de forma mayúscula a los expertos. En este sentido, se han detectado varios casos de ancianos de más de 70 años que comienzan a tomar viagra y que recurren a la prostitución para satisfacerse. "En los pisos y clubs hay pocas posibilidades de contagio, porque las chicas toman muchas precauciones. El problema está en la calle, sobre todo entre las drogadictas, dispuestas a practicar sexo sin precaución si el cliente lo pide", concluye Antonio.

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