Campo de Gibraltar

El calor de noviembre lastima el campo

  • Las organizaciones agrarias estiman que la producción de cítricos se ha reducido en un 30% por la sequía · La falta de lluvias provoca un retraso de la cosecha y la presencia de la mosca mediterránea

El sector primario en el Campo de Gibraltar atraviesa momentos delicados. A la problemática existente a nivel nacional sobre los márgenes comerciales, la subida de los costes de producción y la escasez de ayudas al agricultor, se le suma el de la sequía y el calor, que están haciendo estragos en el campo andaluz en general y en la comarca en particular, durante este mes. Los agricultores más afectados son los regantes del río Guadiaro, Jimena y Castellar, cuyos problemas para sacar adelante los cítricos son cada día mayores. El delegado comarcal de la central sindical COAG, Juan Salido, estima que la producción de estos frutos será de un 30% menos que el año anterior.

La lluvia tan agradecida por agricultores y ganaderos se hace esperar y el cultivo tarda en madurar, por lo que su recolección y venta se retrasará. El delegado comarcal de la central sindical COAG, Juan Salido, señala que el retraso en las lluvias es un mal reciente y se produce en toda Andalucía, con diferentes consecuencias dependiendo del tipo de cultivo. "El hecho de que no haya llovido supone un gasto añadido para los ganaderos, que tienen que alimentar a sus animales con piensos en lugar de pasto del campo, que está totalmente seco", añadió.

En el caso de los agricultores, la falta de lluvias está provocando que en estas fechas se continúen regando las parcelas. A esto se le añade el calor -casi inusual en estas fechas-, que hace que las mosca del mediterráneo que afecta al fruto aún no haya desaparecido. La cosecha se venderá más tarde y se producirán perdidas, como contrapartida según apunta el sindicato agrícola, el fruto será de igual calidad. Éste no será el único año con pérdidas, el pasado el precio del mercado cayó en picado, lo que hizo que muchos propietarios de sus parcelas dejaran la cosecha sin recoger.

Los asociación de regantes de río Guadiaro confirma la gravedad en el sector. "La naranja necesita lluvia para engordar, no es lo mismo el riego", destaca el portavoz, Martín Blanco, quién añade que el riego puede ser por goteo o por inundación, éstos últimos tienen escasez de agua.

Blanco confirma que a pesar del calor y la sequía, la venta es superior al pasado año porque existe menos producción. "Este año no se están dejando tiradas pero estamos a la espera de agua, porque la lluvia es prioritaria en el mes de noviembre", argumentó.

Otro factor metereológico que preocupa a los agricultores es la posibilidad de una helada, que en estos días estropearía por completo toda la cosecha de mandarina, que es la que variedad que se recolecta en estos días. "Nuestro temor es que la rociada se convierta en escarcha cualquier mañana", apunta el portavoz de los regantes de Tesorillo.

Por otra parte, el sector se enfrenta a otros problemas importantes en toda España. Un autobús de agricultores y ganaderos de Castellar, Jimena y Tarifa, acudieron ayer a la gran manifestación a nivel convocada en Madrid por las tres asociaciones agrícolas -Asaja, COAG y UPA-, para denunciar la problemática en el campo. "Las pérdidas se sitúan en torno al 25% porque los precios por los artículos han bajado considerablemente. El precio que llega al consumidor es muy superior al que obtiene el agricultor", explica Salido, quién destaca que a ello se le suma la subida en los costes de producción, con los precios de los abonos, con un incremento del 36%, en el último año, y la perdido de miles de puestos de trabajo. Los colectivos agrarios exigen precios justos para los productos y solicitan un plan de financiación en el sector.

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