Dirección Tarifa, en el kilómetro 100 de la N-340, se toma la salida. Tras recorrer un buen trecho por Las Herrizas, al llegar al Cerro del Rayo, comienza el tramo de senda en cuestión. Tiene en torno a cinco kilómetros. El valor paisajístico del entorno, en el parque de Los Alcornocales, es elevado. No habla de belleza natural una inscripción en uno de los malecones de la travesía. "Aquí han sido diezmados los soldados pertenecientes a la quinta región batallón número 22, 22 de febrero de 1942", dice.

La leyenda alude a la historia del paraje. En diciembre de 1939, en el contexto bélico mundial en Europa, el gobierno de Franco promovió el Plan Defensivo del Campo de Gibraltar. Este programa contempló la construcción de fortificaciones, baterías de costa, puestos de vigilancia, pantallas de roca, observatorios, etcétera. Se estima que unos 15.000 presos republicanos llegaron a integrar los batallones de trabajo hasta 1943.

Se realizaron cientos de kilómetros de calzadas. Los cinco que comienzan en el Cerro del Rayo tienen nombre. Es el Camino de los Prisioneros. El Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar solicitará que esté incluido en el catálogo de Lugares de Memoria Histórica que contendrá el decreto que prepara la Junta de Andalucía para proteger estos enclaves. Hace cinco años el Foro y el Ayuntamiento de Algeciras firmaron un convenio en virtud del cual la institución municipal se comprometía a poner en valor la ruta. Se adoptaron algunas medidas iniciales, pero el documento no se ha cumplido. El estado del Camino de los Prisioneros, hoy, es pésimo.

El historiador José Manuel Algarbani explica cómo se construían estos viales: "El trabajo era a pico y pala. Se hacía un boquete de un metro setenta u ochenta. Se llenaba primero de piedra grande, después de piedra mediana, arriba de piedras pequeñas y se iba aplastando. En las zonas en las que se podía romper la carretera, puentes o curvas, por ejemplo, se ponían los malecones típicos de aquella época".

Es difícil concluir exactamente cuántos presos estuvieron dedicados a la construcción del Camino de los Prisioneros, al que también se puede acceder por cierto por el Río de la Miel. Cada batallón estaba formado por entre 600 y 800 trabajadores, pero llegado el caso compañías o destacamentos de uno de esos grupos se podían incorporar de forma puntual a otro.

"La idea del camino era la de conectar la carretera militar del Estrecho, la de Algeciras-Tarifa, con la que va al valle de Ojén, desde Facinas al puente de hierro de Los Barrios. Esa era su función, pero el proyecto no se terminó", expone Algarbani. En algún tramo resiste parte del empedrado original. En otros se observa hormigón, material actual. Se esparció para el tránsito de los camiones encargados de la instalación de las torretas del cable de alta tensión de Tarifa.

Los presos de los batallones disciplinarios procedían de regiones del norte de España. "Se intentó desvincular a los prisioneros de su entorno social y también se evitaban fugas por carecer de conocimientos del terreno", instruye el historiador.

Algarbani recogió testimonios de alguno de los represaliados que fueron empleados en los batallones de la zona. "Dormían en tiendas de campaña o, lo cual no era extraño, en agujeros excavados en el terreno. Un preso me contó en una ocasión que uno de sus compañeros murió en ese agujero y tuvo que dormir varios días junto al cadaver compartiendo el mismo boquete".

El convenio que firmaron el Foro por la Memoria y el Ayuntamiento de Algeciras data de noviembre de 2005. El documento preveía, entre otras acciones, la construcción de un monolito en memoria de aquellos presos, la instalación de paneles indicativos y la señalización en la cartografía oficial. En la actualidad hay tres carteles colocados por la Consejería de Medio Ambiente. En ellos -al comienzo, mitad y final de la senda- se descubre la historia del enclave.

El Foro por la Memoria se reunió con el alcalde, Diego Sánchez Rull, en enero. Uno de los asuntos que le fueron trasladados fue la reactivación de la mesa del Camino de los Prisioneros, que se ideó en el seno de la Mancomunidad. El borrador del decreto con el que la Junta quiere preservar estos espacios insta a las administraciones a señalizarlos y mantenerlos. Es un proyecto de la Consejería de Gobernación y podría estar listo para junio. Es decir, si el Foro consigue que el Camino de los Prisioneros termine en el inventario de Lugares de Memoria, existirá la obligación de ponerlo en valor.