El Sindicato Unificado de Policía (SUP) mostró ayer su solidaridad y apoyo a los dos ex escoltas privados, Miguel Guerrero y José Vega, que se encuentran en huelga de hambre en la rotonda frente a la prisión de Botafuegos en Algeciras. El primero lleva aproximadamente una semana y el segundo casi cinco días, al sumarse a la protesta justo el día en el que el iniciador se indispuso y fue trasladado al hospital.

El SUP precisó que "no son agentes del Cuerpo Nacional de Policía, fueron escoltas pertenecientes a empresas de seguridad privada pero al igual que policías y guardias civiles arriesgaron su vida para proteger la de políticos y personas amenazadas por el terrorismo y por ello merecen todo nuestro respeto".

"Ante la esperanza en la desaparición del fenómeno terrorista, los escoltas privados fueron quedando sin trabajo, por lo que si desde Interior se les propuso como salida digna que ocuparan las plazas de vigilantes de seguridad que se convocaran en las prisiones de España, es lógico que ante la convocatoria de varias plazas en la prisión de Botafuegos y al no verse cumplido esa propuesta, estas personas reivindiquen su derecho", consideró el SUP.

El sindicato explicó que entienden que no pretenden quitar el trabajo a nadie, simplemente reclamar lo que están convencidos que por justicia les corresponde. "Tienen una titulación y una experiencia que pocos pueden compartir con ellos, y una propuesta política a la que se aferran para que se cumpla. Ambos están bastante animados en continuar", precisó.