Comerciantes de la calle Rafael de Muro y del entorno de esta céntrica vía expresaron ayer sus quejas por los efectos que causa en la zona la presencia de vendedores ambulantes. Criticaron las molestias que originan durante el tiempo que están en actividad -hasta el almuerzo aproximadamente- y el estado posterior en el que queda la calle durante varias horas.

Estos comerciantes censuraron que los que consideran que forman la inmensa mayoría de estos vendedores no tienen licencia para hacer lo que hacen. Añadieron que en muchas ocasiones se despliegan en el suelo las mantas en la que ofrecen sus productos casi cortando el paso a la gente y que, además, a veces se producen peleas. De hecho narraron un episodio de este tipo hace dos semanas, que requirió la presencia de la Policía Nacional.

Los empresarios agregaron que hay ambulantes que directamente venden cosas que han encontrado en la basura, elementos sin valor que, como tales, dejan tirados una vez se marchan. Ello al margen de los desperdicios que se puedan producir. Y todo no se recoge hasta entrada la tarde, en torno a las siete, criticaron los comerciantes. Es decir, que durante varias horas los restos ensucian el perímetro de los negocios y da mala imagen.

Los comerciantes añadieron que hace meses recogieron firmas para hacer ver esta situación y que se la trasladaron en una reunión a la concejal de Mercados, Juana Cid, pero, según se quejaron, el Ayuntamiento no ha hecho nada.

Cid defendió ayer que es un tema del que se ha ocupado, pero que es complejo por varios motivos. Por ejemplo, que sucede que los vendedores irregulares regresan cuando se marcha la Policía Local y que la limpieza se debe organizar a partir del mercado Torroja. También aseguró que el Ayuntamiento no está renovando los permisos que dio el anterior equipo de gobierno y que la mayoría caduca en junio.