El PP desactiva el 'catastrazo'
El Consistorio promoverá revisiones parciales para zonas periféricas · Actuará por primera vez contra los valores catastrales sin esperar a que se realice la nueva ponencia global y así corregir los mayores desfases



El equipo de gobierno ha dado un paso más para mitigar los efectos del catastrazo. El PP ha reducido el tipo de gravamen para que los recibos del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) sufran en 2012 un incremento medio inferior a lo marcado por el Índice de Precios al Consumo (IPC), que era el compromiso al que había llegado el Pleno en el mandato anterior. Sin embargo, el Consistorio quiere ir más allá y se ha propuesto desactivar el catastrazo actuando contra lo que no lo que se había tocado hasta ahora y que constituye la auténtica raíz del problema: los nuevos valores catastrales. Para ello, el Gobierno municipal del PP va a promover a partir de noviembre revisiones parciales del Catastro en zonas periféricas de la ciudad de reciente construcción donde más se han disparado los valores de los inmuebles. El objetivo es que estas unidades no superen el promedio marcado por el Ayuntamiento para el IBI, que estará por debajo del IPC ya que para el año que viene se ha fijado un 1,68% de alza.
Los colectivos vecinales han valorado positivamente todas las medidas que se han tomado por el Ayuntamiento para contener las cuotas del IBI. Sin embargo, siempre han alertado de que la nueva ponencia catastral -que entró en vigor en enero de 2009 con un alza media del 160% en el municipio- afecta a más impuestos y que, por tanto, representa la semilla del mal. Tal es así, que el catastrazo, al margen del IBI, está repercutiendo al alza en otros tributos marcados por el valor catastral tales como el de Plusvalía, Sucesiones y Donaciones, Transmisiones Patrimoniales o el de la Renta para segundas viviendas. Asimismo, también afecta a la hora de solicitar una beca de estudios o plaza para centros públicos de enseñanza.
Los colectivos vecinales han emprendido medidas legales para anular la nueva ponencia, pero han fracasado en su intento. Del mismo modo, el anterior equipo de gobierno solicitó al Catastro una reducción del 20% de los valores del municipio, que fue desestimado en 2010. En principio poco más se podía hacer salvo solicitar una nueva revisión catastral para el conjunto del municipio y esperar a que pasaran los cinco años establecidos legalmente para la nueva ponencia. Sin embargo, el PP va a recurrir a una vía no contemplada por el anterior Gobierno municipal que es el de las revisiones parciales por zonas, que no sólo redundará positivamente en las barriadas afectadas sino que acelerará el trabajo a la hora de acometer la global para el municipio.
El delegado de Hacienda, Luis Ángel Fernández, explicó a este diario que el mes que viene el área de Gestión Tributaria empezará a trabajar en las revisiones parciales. El Ayuntamiento remitirá toda la información a la Dirección Provincial del Catastro con el objetivo de que los nuevos valores de las zonas periféricas entren en vigor para el ejercicio 2013.
El PP capitalizó la lucha política en el seno del Pleno en el anterior mandato. El ahora alcalde, José Ignacio Landaluce, incluso llevó al Congreso una iniciativa solicitando la anulación de la nueva ponencia a sabiendas de que, pese a las bonificaciones aprobadas para el IBI, el catastrazo afectaba a otros tributos. Tras obtener la mayoría absoluta en las municipales, el PP se puso manos a la obra para erradicarlo y mejorar el compromiso de la subida conforme al IPC, del 3% para 2012.
Fernández señaló que -siempre bajo las instrucciones de Landaluce- se acordó reducir el tipo de gravamen del IBI del 1,10 (máximo legal) al 0,73. De esta forma, se logrará que la subida media de este impuesto sea en 2012 del 1,68%. El concejal de Hacienda destacó que el 60% de las unidades catastrales estará por debajo de este porcentaje y que, incluso, un 20% pagará el año que viene menos IBI respecto a 2011. Por contra, el 40% restante estará entre el 1,68% y el 3% del IPC. Analizando los casos, el equipo de Gestión Tributaria detectó que las zonas con mayor incremento serán las de la periferia de reciente construcción, frente a las barriadas ya consolidadas -La Bajadilla, El Saladillo o La Piñera, entre otras- que verán reducir sus recibos. Para corregir este desfase, el Ayuntamiento revisará los valores de zonas de San García, la Colonia San Miguel, Sotorrebolo o El Cobre con el objetivo de que antes de que se aplique la nueva ponencia global para el municipio las máximas zonas se acerquen al promedio del IBI que fije el Consistorio. Las unidades que sean revisadas, además, verán reducida la incidencia del catastrazo en los otros tributos antes mencionados con los nuevos valores.
Fernández detalló que la nueva ponencia que repercute desde 2009 se realizó cuando la burbuja inmobiliaria estaba a punto de estallar, lo que provocó un alza media del 160% y que la mayoría de las viviendas estén sobrevaloradas catastralmente. El edil del PP calculó que el valor de las viviendas se ha reducido desde entonces entre un 25 y un 30%. Asimismo, consideró clave actualizar la clasificación de calles -de común acuerdo con los comerciantes- ya que hay vías de la zona baja que están más valoradas por ejemplo que el Paseo de Getares.
El titular de Hacienda subrayó que se ha informado de estas medidas a Fapacsa y que se constituirá una comisión conjunta para informar a los vecinos de cada paso que se dé. Fernández incidió también en que se va a solicitar con la mayor celeridad al Catastro que realice una nueva ponencia global para el municipio a fin de que, a ser posible en 2014 o a más tardar 2015, las 73.000 unidades catastrales del municipio tengan revisados sus valores.
El concejal explicó que el PP ha llegado al Ayuntamiento con las bonificaciones legales para el IBI agotadas, después de que el anterior aplicara una bonificación del 93% en 2009 (lo que permitió que el recibo sólo subiera un 7%) y del 100% en 2010 y 2011, lo que supuso la congelación de la cuota líquida. Por ello, el PP ha optado ahora por bajar el tipo impositivo, como única herramienta para contener el IBI, y por las revisiones parciales. En el mandato anterior el Ayuntamiento estuvo ingresando 35 millones anuales de IBI. Para 2012, el cálculo es que se recaude sólo medio millón más pese a la situación de las arcas. Si el Ayuntamiento hubiera aplicado el 3% del IPC en 2012 el Consistorio percibiría un millón más que este año. Asimismo, si no se hubiera reducido el tipo de gravamen, la recaudación ascendería el próximo año a 53,5 millones (18 millones más), lo que pone de relieve los efectos que podría haber tenido el catastrazo para los bolsillos de los ciudadanos.
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