Nace una plataforma ciudadana en la primera protesta contra el convenio urbanístico del litoral de Tarifa
Al grito de "Tarifa no se vende, tarifa se defiende", varios centenares de personas se concentran en el mirador Juan Mate de Luna en contra de la iniciativa
Los manifestantes buscan ayuda técnica de profesionales para encauzar las alegaciones al proyecto
Agaden recurrirá a la justicia si se firma de forma definitiva el convenio para la reforma del frente litoral en Tarifa
Fotos de la manifestación contra la reforma del frente litoral en Tarifa
Tarifa/Al grito de "Tarifa no se vende, Tarifa se defiende", varios centenares de personas se concentraron este lunes para protestar contra el convenio urbanístico para la reforma del frente litoral de la localidad de Tarifa suscrito por el Ayuntamiento y la promotora marbellí Granparcela SL. Una manifestación de la que prevé salir una plataforma organizada de ciudadanos y colectivos para encauzar futuras acciones y movilizaciones. El convenio urbanístico, a grandes rasgos, propone la demolición y traslado de tres centros educativos, las instalaciones de la almadraba, la fábrica de conservas y otros equipamientos desde la zona de Los Lances a otros enclaves de la localidad para dejar paso a la construcción de viviendas y hoteles.
La protesta, convocada a través de las redes sociales aunque sin un promotor claro, reunió a varios centenares de personas en el mirador Juan Mate de Luna, a la entrada al municipio. Nadie sabía explicar el por qué de esta ubicación, en lugar del paseo marítimo, el epicentro de la ordenación urbanística que contempla el convenio.
Como nadie se animaba a hablar, Charo Blanco, de la asociación ecologista Agaden, se erigió en portavoz improvisada y tomó la palabra para proponer la creación de una plataforma de vecinos que encauce las siguientes actuaciones. "Esto solo se puede parar en los tribunales, recogiendo firmas o con movilizaciones", comenzó Blanco. "Agaden va a proponer a los grupos políticos PSOE y Ganar Tarifa (que están en contra del convenio), a las asociaciones de vecinos y los vecinos que quieran unirse, la creación de la plataforma en contra del convenio en la que vamos a necesitar ayuda técnica de profesionales y desde ahora comenzamos a hablar", propuso Blanco. El colectivo ecologista, además, presentará sus propias medidas en el ámbito judicial.
Pronto se sumaron testimonios de vecinos con sus razones en contra del convenio. "Este pueblo que tiene tantos músicos no tiene un sitio para ensayar, la Casa de la Juventud no existe", puso Blanco como ejemplo del hartazgo que existe entre un sector de la ciudadanía por la falta de recursos en municipio. "Los que vivimos aquí no podemos aparcar, damos ocho vueltas y luego los de fuera aparcan en la acera y no pasa nada", criticó una espontánea.
Otro joven propuso la creación del grupo de facebook "Tarifa no se vende, Tarifa se defiende" para trasladar toda la información al respecto. Una propuesta de corte de carretera también se oyó entre los presentes, pero finalmente no prosperó.
José Francisco Castro, otro vecino tomó la palabra para asegurar que "esta concentración es para gritar que estamos hartos de que Tarifa no sea de la gente que vivimos aquí y tiene que llegar al Ayuntamiento". Castro añadió: "Gobierne quien gobierne esto es un modelo de gestión que ha llegado a su límite y el convenio es la punta del iceberg". A su juicio, los vecinos no se van a quedar de brazos cruzados porque el acuerdo para la reforma del frente litoral ha tocado tres piezas claves: viviendas, colegios y el paseo marítimo, "el único lugar de esparcimiento que tenemos los tarifeños sin necesidad de consumir nada".
Gloria, Mari Luz, Elvira y Ana, cuatro mujeres mayores se sumaron al grupo aunque sin saber quién convocaba. "Nos hemos enterado por Europa Sur. Estamos preocupadas porque el plan es salvaje, nada respetable con el entorno y no se ha contado con los tarifeños", sostsenía Elvira, quien calificaba el documento como hecho "con nocturnidad y alevosía".
"Los colegios se arreglan no se tiran, los espacios que van a destinar para los centros son mucho más pequeños de lo que tienen ahora", agregaba Ana, quien aseguraba haber leído todo lo que se ha publicado sobre el convenio.
"Son espacios públicos con los que no tienen derecho a especular y a ver qué va a pasar con el castillo de Santa Catalina, que está en la misma zona", añadió Mari Luz. "Lo único que tenemos claro es que hay que moverse, a lo que está pasando con el turismo en los últimos años se suma esto que es la gota que colma el vaso", enfatizó.
María acudió a la concentración con su hija, estudiante del colegio Guzmán el Bueno. "No queremos que se venda Tarifa y que se cuente con los tarifeños. Estamos muy preocupados por los colegios. Mi hija irá al IES Almadraba que es uno de los centros afectados que quieren trasladar y no queremos que cojan un autobús cuando podemos ir caminando cada día", destacaba mientras se seguían coreando consignas en el mirador.
El portavoz del grupo Ganar Tarifa, José Antonio Escribano, acudió a la concentración a título personal. No asistió ningún representante del PSOE. "Pensábamos que iba a venir gente pero no esperábamos tanta", según Escribano, quien sostuvo que existe un "enfado generalizado". "Lo de hoy no es solo por este convenio, es una protesta que engloba muchas cosas como la falta de viviendas desde hace años, en la que mucha gente se ha tenido que ir fuera, es un hartazgo largo", reiteró.
El portavoz de Ganar Tarifa apuntó que su grupo está revisando el convenio urbanístico y viendo la parte jurídica. "Una vez que se publique en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) comienza el plazo de 20 días para presentar alegaciones y lo vamos a hacer", avanzó.
El portavoz del PSOE en Tarifa, Francisco Ruiz Giráldez, también asistió a la protesta a título personal.
El convenio urbanístico suscrito por el Ayuntamiento y la promotora Granparcela SL, supone la transformación del actual frente marítimo del municipio, en la playa de Los Lances y en las inmediaciones de la emblemática isla de Las Palomas. La inmensa mayoría de las edificaciones que se levantan a lo largo de esos más de 700 metros de longitud y 148.242 metros cuadrados serían demolidas para dar paso a viviendas y hoteles.
El proyecto prevé el traslado de la fábrica de conservas La Tarifeña y el derribo de la nave de la empresa Los Almadraberos, en el barrio de La Chanca, además de la reubicación en otras zonas del municipio de tres centros públicos educativos -dos institutos de enseñanza secundaria y un colegio-, del polideporivo municipal, del depósito municipal de vehículos y, llegado el caso, del tanque de tormentas y hasta de la estación de bombeo de aguas residuales.
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