La celebración de la fiesta privada de una familia saudí en el paraje natural protegido de la playa de Los Lances de Tarifa, el pasado 16 de agosto, se efectuó sin que mediara solicitud ni conocimiento por parte del Parque Natural del Estrecho ni, por extensión, la Junta de Andalucía. 

El evento, denunciado por Agaden por desarrollarse a escasos centímetros de la zona acotada para la cría del chorlitejo patinegro del paraje natural, carecía por tanto de permisos por parte de la administración regional como entidad con competencias sobre el espacio natural, según la respuesta ofrecida por la Subdelegación de la Junta de Andalucía en el Campo de Gibraltar a consultas de Europa Sur. La administración no ha precisado si como consecuencia de la denuncia de los ecologistas se ha incoado algún tipo de expediente o investigación. 

Los conservacionistas relataron que en esa jornada fueron alertados por un despliegue de coches, furgonetas y camiones que transitaron por la arena de la playa para preparar el montaje de un evento privado que se celebró durante la noche, con servicio de catering y seguridad, junto a un área de alta sensibilidad ecológica para la protección de especies protegidas y en peligro de extinción. 

En las imágenes difundidas por Agaden en sus redes sociales se observa durante la tarde el paso de varios vehículos hacia las inmediaciones del lagoon, así como la celebración de la fiesta, al atardecer, con iluminación propia y la instalación de carpas o similares. En el vídeo también se observan un rastro de pétalos de flores dejados sobre la arena así como las marcas de rodadura de todo el trasiego de la organización del evento una vez recogida la instalación.  

En el mismo paraje donde se celebró el evento la normativa impide la pernocta o la instalación de tiendas de campaña; motivos por los que resultan frecuentes las inspecciones de la Guardia Civil para desalojar autocaravanas y acampadas ilegales. 

Fuentes municipales del Ayuntamiento de Tarifa negaron el domingo a este periódico que el evento en cuestión fuese una fiesta, sino la reunión de una acaudalada familia saudí para ver las Perseidas. Según estas mismas fuentes, la instalación constó de varias sombrillas, una mesa para el catering y un telescopio aunque en las imágenes ofrecidas por Agaden se intuye una estructura cúbica cubierta con telas o similares. 

Estas mismas fuentes reconocieron que aunque el conjunto resultaba ostentoso, no se trató de una fiesta multitudinaria. A su vez, por parte municipal especificaron que la organización solicitó al Ayuntamiento un permiso para la ocupación de una zona de aparcamiento asfaltada en las inmediaciones, lo cual fue concedido.