La empresa municipal de Vivienda del Ayuntamiento de Cádiz, Procasa, se ha encontrado con dos problemas relacionados con las promociones que hace años sacó en régimen de alquiler con opción a compra. El primero es que llega el momento de resolver qué hacer con 28 de esas viviendas, cuyos actuales inquilinos tienen hasta final de año para ejercer la opción de compra o plantear alternativas.
El segundo es que los préstamos hipotecarios han ido subiendo hasta tal punto que actualmente se paga mucho más a los bancos por esas viviendas que lo que la empresa municipal percibe de rentas. Solo en la promoción de San Juan Bosco 1 y 2, el Ayuntamiento pagó el pasado año 55.378,72 euros más de los que ingresó en concepto de alquiler. A esto se suma que Procasa sigue asumiendo el gasto hipotecario de todas esas promociones para jóvenes que no se han vendido (más de un centenar), a lo que a su vez se suma también una morosidad que se cifra en el 15% en el pago de las rentas del alquiler.
Por todo ello, se ha anunciado desde la empresa municipal una progresiva subida anual de rentas a estas promociones de viviendas “hasta equiparar la renta de alquiler con la cuota del préstamo hipotecario”.
Y para los casos en los que los inquilinos no puedan, o no quieran, asumir esa subida de rentas, se optaría por un traslado a otra vivienda del parque municipal que se adaptara a las condiciones económicas de esos inquilinos. Siempre, claro está, que cumplan con esos requisitos del IPREM y de integración.
Promociones envenenadas que están acarreando diversos problemas a Procasa y que todavía tiene por delante otro caso, el de las 10 viviendas de la calle José Cerezo 1 (cuyas obras finalizaron en 2016).
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