El edificio de la Casa de Iberoamérica está inmerso en las obras de mejoras que fueron anunciadas el pasado octubre por el Ayuntamiento de Cádiz y con las que se pretende adecentar su neoclásica y espléndida fachada, donde se centran ahora las obras, y la montera del centro municipal. Desde que comenzaron las obras, hace aproximadamente mes y medio, se cerró la entrada principal del edificio y el acceso se realiza por su parte trasera, ya en el Paseo del Vendaval. La reforma tenía un coste previsto de 23.000 euros.

Fuentes municipales han explicado a este periódico que en estas obras de mejora del edificio "se ha procedido a la limpieza de la piedra y se continuará con la reconstrucción de lo deteriorado en la fachada". Una portada la de la Casa de Iberoamérica sobre la que en estos días se están efectuando retoques más puntuales después de esa limpieza que obligó a tapar todo el acceso principal.

Las obras, en todo caso, no están afectando a la programación habitual de la Casa de Iberoamérica, donde siguen abiertas las salas con las exposiciones permanentes y con las temporales y en cuyo patio se siguen celebrando actos como el Foro de Logística Portuaria de la semana pasada o el encuentro provincial de las Nuevas Generaciones del Partido Popular que tuvo lugar el pasado fin de semana.

Las obras fueron aprobadas en octubre en junta local de gobierno, donde se anunció el coste y que se iban a realizar en dos fases: la primera se basa en la actuación sobre la fachada, que según se dijo podría resultar "más urgente", y, en una segunda fase, se pasará a actuar sobre la montera, que no se encuentra en demasiado mal estado pero redundaría en preservar la seguridad del edificio en sí y de la zona.

Detalle de los trabajos que se realizan estos días.

El edificio fue proyectado por el arquitecto Torcuato Benjumeda allá por 1794, fecha del comienzo de su construcción. En 1836 el edificio se abrió como Cárcel Real. A la historia de este edificio dedicó el periodista José Joaquín León su discurso de ingreso en la Real Academia Hispano Americana. En su texto recordaba entonces, A partir de 1966, el histórico edificio comenzó a vivir su momento más delicado. Fue el año en que dejó de ser Cárcel Real tras la construcción de un nuevo presidio en la zona de Cortadura, a la entrada de la capital. El conjunto neoclásico ideado por Benjumeda comenzó a deteriorarse y durante más de dos décadas pasó a formar parte del decadente mapa de la capital gaditana, un edificio abandonado, que amenazaba “una ruina inminente” y que finalmente pudo ser salvado con su conversión en sede judicial, con una rehabilitación que no salvó, sin embargo, los problemas de humedades que se aminoraron con la última reforma realizada en 2010 y con el futuro como Casa de Iberoamérica y referente cultural en el horizonte. La reinauguración del edificio se realizó en enero de 2011.