Granada: el espárrago sufre una abrupta caída por la crisis en un año que apuntaba muy alto

La Campaña 2020 Granada

El primer decreto del Estado de Alarma y lo peor de la crisis sanitaria se produjo en el momento álgido de la comercialización de este producto, una de las indudables estrellas del ‘agro’ granadino

la última campaña con datos cerrados, la de 2019, arrojó una disminución de la superficie y la producción de esta hortaliza en un 14% y un 12%, respectivamente, con respecto a 2018

La recogida del espárrago es el motor de muchos municipios del Poniente y la Vega de Granada.
La recogida del espárrago es el motor de muchos municipios del Poniente y la Vega de Granada. / D. A.
Alejandro Morales

05 de noviembre 2020 - 13:08

No han corrido buenos tiempos para los productores de espárrago, concentrados en su mayoría, a nivel andaluz, en la provincia de Granada, y más concretamente en el Poniente y la Vega de Granada. El decreto del Estado de Alarma y lo peor de la crisis sanitaria se produjo en el momento álgido de la comercialización de este producto, una de las indudables estrellas del ‘agro’ granadino. Lo anunció en marzo la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Andalucía (UPA Andalucía) y el mal augurio fue devastador para un sector que venía de una campaña, la anterior, que había roto con la tendencia al alza en toneladas producidas en los últimos años, descendiendo en 2019.

En 2020, sin embargo, los datos apuntaban a excelentes, con muy buenas expectativas de precios ante un adelanto de la campaña y una cosecha de 20.500 toneladas en Granada, lo que que suponía una subida del 20 por ciento. A pesar de que la actividad de los agricultores y ganaderos no ha parado, para seguir abasteciendo de alimentos seguros y de calidad a la población, hay muchos sectores agrarios para los que este escenario ha sido dramático.

La provincia de Granada aglutina alrededor del 65% de la superficie de espárrago, donde los principales municipios productores son Huetor-Tájar, Íllora, Loja, Moraleda de Zafayona, Salar y Villanueva de Mesía

Uno de esos sectores gravemente afectados es el del espárrago verde, sobre el que la organización agraria anunció que su campaña de producción se suspendía, debido a la ausencia de pedidos. UPA Andalucía cifró en los meses de marzo y abril en un 90 por ciento los pedidos cancelados en el mercado nacional, una situación que nunca se había dado antes, y mucho menos en los prolegómenos de la Semana Santa, fecha en la que el consumo de este producto siempre aumenta, llegando incluso a duplicar su demanda. Lo mismo ha sucedido con el espárrago que se destina a los principales países importadores de este fruto, como Alemania, Francia, Holanda o Reino Unido, cuya demanda llegó a descender durante varias semanas en un 80%. Las razones de esta caída no fueron otras que las estrictas medidas que contemplaba el estado de alarma, especialmente al principio, cuando las limitaciones de movilidad ciudadana conllevaron una menor afluencia y frecuencia de personas a las grandes superficies. De media, se estima que la campaña del espárrago verde en Granada ha caído este año en un 75%. Así lo indicó en abril el Ayuntamiento de uno de los municipios productores, Fuente Vaqueros, que solicitó ayudas para los agricultores.

Después de cuatro campañas con un crecimiento medio anual del 7,5% de la superficie de espárrago y un 2% de la producción media de éste, la última campaña con datos cerrados, la de 2019, arrojó una disminución de la superficie y la producción de esta hortaliza en un 14% y un 12%, respectivamente, con respecto a 2018.

La provincia de Granada aglutina alrededor del 65% de la superficie de espárrago, donde los principales municipios productores son Huetor-Tájar, Íllora, Loja, Moraleda de Zafayona, Salar y Villanueva de Mesía; que pertenecen a la zona productora de la Indicación Geográfica Protegida “Espárrago de Huétor-Tájar”, inscrita en el Registro Comunitario en marzo del año 2000.

Las exportaciones de espárrago andaluz, y este es el mejor dato en el contexto general de malas noticias, aumentaron en un 1% en volumen y un 8% en valor económico con respecto a la campaña precedente. Por otro lado, el volumen importado por Andalucía de espárrago y su valor económico se ha visto disminuido en la última campaña cerrada en un 20% y un 17% respectivamente, con respecto a las exportaciones de 2018.

Precio y exportaciones

En 2019 el precio medio del espárrago liquidado al agricultor invirtió la tendencia a la baja de los dos últimos años, y se incrementó en un 4% con respecto a 2018. El precio medio a la salida de la central de manipulación mantuvo la tendencia al alza del año anterior, incrementando su valor en un 16% con respecto al registrado en la campaña precedente.

La evolución mensual de las exportaciones de espárrago en dicha campaña mantuvieron el comportamiento de los años anteriores. Sin embargo, se apreció un incremento del 43% en los meses de marzo, abril y mayo con respecto a la media de los mismos meses de las cinco campañas precedentes Esta tendencia, obviamente, cambió radicalmente este 2020, por las reseñadas circunstancias especiales derivadas de la pandemia.

En cuanto al destino de estas exportaciones, continúan siendo Alemania y Francia los principales destinos, con el 33% y el 31% del volumen total exportado, respectivamente.

En los últimos años se observa una clara tendencia al alza, tanto en el volumen exportado de espárrago, como en el valor comercial de éste, a excepción de la campaña 2016, en la que hubo un descenso del 18% del volumen exportado. La atípica campaña de 2020, eso sí, será recordada por su carácter de excepcionalidad.

La chirimoya, otra de las damnificadas

El carácter muy perecedero de otro de los productos estrellas de la agricultura granadina, la chirimoya, le ha hecho especialmente sensible a la situación de drástica disminución de pedidos, especialmente del mercado nacional, que es la base de su comercialización, aunque también de las exportaciones. El sector que produce y comercializa este producto subtropical ha sufrido mucho los desajustes en los mercados a causa de la pandemia, especialmente, como en el caso del espárrago, durante los meses primaverales. El cierre durante varias semanas de los establecimientos de hostelería y restauración en toda España y la tendencia a la baja en las compras de países como Italia, Francia o Alemania, afectaron a un sector del que viven muchas familias en la Costa Tropical granadina, tal como denunciaron las principales organizaciones agrarias durante las primeras semanas de vigencia del estado de alarma.

Por suerte para muchos de ellos, aproximadamente el 65% de la producción de chirimoya se comercializa durante el otoño. Así, la campaña 2019/20 se iniciaba con algo de retraso respecto a la anterior, pero con precios altos y mayores volúmenes de producción debido a un incremento del rendimiento en campo. Desde mediados de septiembre a mediados de noviembre se comercializaba el 65% de la producción, obteniéndose un precio de ,86€/kg, lo que supone un 21% más que en el mismo periodo de la campaña anterior.

La campaña de primavera se iniciaba on un alto nivel de precios, pero la declaración el 14 de marzo del estado de alarma, provocado por la covid-19, frenaba bruscamente la demanda tanto en el mercado nacional como en las exportaciones. El comportamiento de los consumidores que concentran su compra en supermercados y grandes superficies, así como su preferencia hacia productos de mayor vida útil provocaba grandes problemas en la comercialización de esta fruta con un fuerte carácter perecedero.

No obstante, las condiciones meteorológicas con lluvias y temperaturas más bajas de lo habitual en esas fechas ayudaban a ralentizar el ritmo de maduración de la fruta y, por tanto, a frenar su ritmo de recolección. La demanda comenzó a repuntar a un ritmo lento en abril, a cambio de un ajuste continuo de los precios de parte de las comercializadoras por tratarse, nuevamente, de una fruta muy perecedera.

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