La estupidez y la inteligencia

La estupidez política no se basa en la realidad y ni siquiera en la practicidad, sino en el dogmatismo, el prejuicio, el odio o el fanatismo

03 de julio 2023 - 00:00

El filósofo José Antonio Marina es un experto en la estupidez y, como rama de la misma, la estupidez política. La define como un verdadero fracaso de la inteligencia. Cuando lo irracional vence a lo argumentado. Cuando el líder antepone su decisión a la crítica y a la razón, más aun cuando tal posición política se basa no en la realidad y ni siquiera en la practicidad, sino en el dogmatismo, en el prejuicio, el odio o el fanatismo. Y parece que esta semana hemos encontrado dos ejemplos prácticos de actuaciones políticas a la que aplicar tal teoría, y a las que calificar como estúpida una, y muy inteligente la otra. Y no muy lejos, sino en el lado este de la Bahía de Algeciras.

Así, Mr Picardo por un lado manifestó, nada menos que en el Financial Times, que está listo para iniciar un nuevo modelo económico que incluya la contratación masiva de trabajadores extracomunitarios. Eso sí, sin dar los detalles del audaz plan, que por supuesto ha de incluir como encontrarles alojamiento permanentemente en la ya atestada e inaccesible oferta de viviendas en la Roca, la integración de dichas personas y sus familias ajenas a las costumbres llanitas, y también, el costo de tales contrataciones para la economía gibraltareña, que será siempre más caro que emplear a sus vecinos campogibraltareños. El fanatismo prevalece en este caso a la razón, y la opción por la britanidad radical frente a obligadas cesiones a España en materia de jurisdicción y control entre otras, significará un fuerte revés para Gibraltar. Y ello sea Picardo el autor de tal decisión, o lo sea el Gobierno de Londres como parece, por otras razones ajenas al gibraltareño, como la defensa o la posición geoestratégica del Reino Unido. Pero al fin y al cabo, es la colonia la perjudicada por tal estúpido dogmatismo.

Por su parte, pasada la Verja, el alcalde Franco logra un aplaudido acuerdo de gobierno con el PP para la Diputación y la Mancomunidad que reportará importantes ventajas materiales a La Línea. Se ha sabido ver con qué partido era más favorable pactar, dejando a un lado posibles ideologías y trayectorias anteriores, y anteponiendo lo práctico y lo esencial, esto es, los intereses de su pueblo. Por tal coherencia es por lo que los linenses votaron masivamente a su alcalde sin que se dejara embaucar por la oferta que le lanzó Ruiz Boix, para que 100x100 presidiera la Mancomunidad. Ello le habría dado un cómodo sillón pero no pleno acceso a la Junta de Andalucía, que es la que ha de resolver muchos de los problemas que se plantean en la ciudad.

Lo dicho por Marina, la estupidez y la inteligencia.

stats