De empáticos

La empatía, tal como la percibo y entiendo, sería la manera coloquial de "cómo ponerse en los zapatos del otro". De manera más amplia, es la intención o capacidad de comprender, recibir y compartir las emociones y sentimientos de otro ser humano.

Esta imagen que tomé hace apenas unas horas son de las que me duelen, aprecio esos zapatos gastados y sucios de caminar por las arterias de la ciudad, mechero en mano, rodeado de colillas y latas vacías, hundido, doblado, rendido ante los golpes que la vida y sus derroteros que no le demuestran piedad. En una rutina diaria de caos y pérdida de identidad, la calle de escaparates y luces de neón lo miran de soslayo; él sobrevive.

Parafraseando a Sabina, percibo que estará pensando "quién coño me ha robado el mes de abril". Continúo mi camino, él sigue en la misma postura, el viento de levante arrecia y empieza a hacer fresco. Me alejo dubitativo entre gotas de agua fría que empiezan a ir formando pequeños charcos, acelero mis pasos, pensando en lo injusto de los momentos que pueden hacer que en una mala decisión tu existencia cambie. Por cierto se llama Erik.

He dicho