NOTAS AL MARGEN
David Fernández
Los profesores recuperan el control de las aulas
El tiempo, implacable notario de nuestras vidas, me trae vivencias de hace más de cuatro décadas, que me ponen a cavilar y los ojos me los deja abiertos cuál gato de noche. Recuerdo que no había bolsas de plástico porque tu madre te daba una talega de tela para los recados de la tienda de ultramarinos, expurgábamos las lentejas en la mesa en familia, no se tiraba el cristal a la basura porque llevábamos los cascos a la tienda y encima te pagaban. Por entonces el ecologismo no era un negocio.
El pan se compraba en la panadería del barrio y al otro día no estaba duro, los niños teníamos los codos y rodillas llenos de postillas, algo imposible de ver hoy. Los bares olían a serrín y bodega, las droguerías a pachuli y las calles a pura vida. Veranos eternos de puertas abiertas y cortinas. Entonces me pregunto, ¿se añora lo que se ha perdido?
La eterna pregunta de cada generación.
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