Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

Tradiciones gaditanas

Todo lo que se haga tiene que estar subvencionado y parece que nadie está dispuesto a afrontarlo con sus medios

Es de todos sabido que en Cádiz cuando cualquier actividad se hace dos veces seguidas se convierte en una tradición y a la tercera se pide una subvención. Así somos. La reina de las fiestas duró 30 años y la diosa otros 30 pero parece que si se anulase es como si llegase el fin del mundo. Las fiestas gastronómica empezaron en los 80 y ahora parece que llevaran toda la vida. Las barbacoas se iniciaron en los 90 y el Ayuntamiento ha tenido que eliminarlas en diferido, no vaya a ser que se organice una revuelta popular, que Cádiz es muy rebelde. El caso es que todo lo que se haga tiene que estar subvencionado, parece no haber nadie dispuesto a afrontar con sus propios medios cualquier actividad, sea la instalación de una multinacional o el Concurso de Mus la Piedrá Cuadrá, que tanto da (perdón por la rima). Quizás la excepción es Belén González Dorao, por eso se ha tenido que ir a Cornualles. Unos promotores quieren instalar una clínica privada en Cádiz y para ello quieren que les dejen un edificio público ya construido por el que la Zona Franca le pagó buenos dineros a Altadis. Quieren también que les cambien la calificación urbanística y la consideración de dominio público del suelo. Por si eso fuera poco, ya han ido a la Junta de Andalucía para que les dé una subvención. Es el emprendimiento a la gaditana, sin arriesgar un solo euro. ¿Para qué levantar un edificio propio si se puede usar una público sin mediar concurso?¿Para qué arriesgar dinero propio si la Junta arría sin control como se vio con los EREs, los cursos de formación o los planes industriales de Delphi? Sería de tontos. Podríamos seguir así hasta el fin de los días: ¿Para qué pagar impuestos si Cristiano no los paga?¿Para qué cumplir las normas si nadie lo hace? Al más genuino estilo gaditano, todo ello metido en el adobo de la queja porque todo va muy despacio, la Autoridad Portuaria tiene que hacer un trámite legal porque el suelo está bajo su jurisdicción, ¡qué escándalo!, la Zona Franca tiene que pedir que se cambie la calificación del suelo de industrial a dotacional privado porque así se establece en la legislación urbanística, ¡un descaro!, y luego no vayamos a perder las subvenciones de la agencia IDEA o como se llame el artefacto donde la Junta tenga colocados a los hermanos, sobrinos, primos y yernos de los dirigentes del PSOE. Un engorro. Todavía no les han informado que igual hay que hacer un paripé de concurso público para adjudicar el edificio. Igualito que en otras ciudades. Así va Cádiz de atrasada.

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