Crónica personal
Un cura en la corte de Sánchez
Cuando llegue a sus manos este artículo en este noviembre que termina, habrá hecho justo un año que perdimos a una de las científicas más importantes de este país, Margarita Salas. Fue discípula del Nobel Severo Ochoa y sus aportaciones a la genética molecular con el descubrimiento de una enzima capaz de hacer millones de copias del ADN han supuesto para el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) una de sus principales patentes.
La Dra. Salas defendía a capa y espada la necesidad de más medios para la ciencia y la investigación en España, lo que ayudaría ,sin duda, a evitar la fuga de cerebros. Hace un par de años coincidí con ella en un restaurante de Madrid donde comíamos con nuestras respectivas familias. En el momento que me pareció menos inoportuno me acerqué tímidamente a ella para decirle las innumerables veces que ,como profesora de Biología, había hablado de ella a mis alumnos, y especialmente, a mis alumnas. Fue tan amable que accedió a hacerse una foto conmigo. Hoy conservo esa foto como un auténtico tesoro.
He tenido siempre especial cuidado en referenciar en mis clases la contribución de las mujeres a la Ciencia. Muchas de ellas han sido silenciadas durante años incluso por sus propias parejas, también investigadores, o por compañeros de investigación que sibilinamente ocultaron su contribución al proyecto en el cual trabajaban. Un ejemplo claro de esto último lo tenemos en Rosalind Franklin autora de la famosa "fotografía 51" pieza fundamental en el descubrimiento del ADN la molécula de la vida, portadora de la información genética. Rosalind que en 1951 ingresó en el prestigioso King´s College de Londres obtuvo allí la citada fotografía.
En un sistema patriarcal, esta investigadora consiguió la clave para que después Watson y Crick, junto con Wilkins ,obtuvieran el Premio Nobel en 1962 por el descubrimiento de la estructura del ADN. Ni siquiera la nombraron en su discurso de aceptación de dicho premio. Años más tarde en su relato autobiográfico "La doble hélice" (1968) Watson, empezó a reconocer la contribución de Franklin a su descubrimiento, aunque lo hizo en medio de comentarios negativos sobre ella. En la actualidad, son muchas las mujeres que se dedican a la Ciencia y cuyas investigaciones son fundamentales para mejorar nuestra calidad de vida. Un ejemplo claro lo tenemos en la Dra María Blasco , cuya tesis doctoral la dirigió precisamente Margarita Salas. La Dra Blasco es hoy directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas(CNIO).
Mujeres importantes, mujeres en la Ciencia.
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