Cultura

El algecireño Miguel Márquez atrapa el tiempo suspendido de las medinas

  • El fotógrafo completa una colección que consigue reflejar la atmósfera de los barrios antiguos de varias localidades de Marruecos · El autor expondrá en San Fernando y espera poder hacerlo en la comarca

Los barrios antiguos de las ciudades árabes parecen que se han suspendido en otra época. A ojos occidentales sorprenden y recogen el encanto de lo que fue y aún se recuerda. Una mirada se ha adentrado en varios de esos espacios de Marruecos y ha completado una colección fotográfica que captura tal poder de atracción como estos lugares han tomado de rehén al tiempo. La mirada es del algecireño Miguel Márquez, que en Visiones en la medina enseña el paisaje y el paisanaje del corazón latente del Magreb.

Todo comenzó con un viaje familiar a Marruecos. A Márquez en seguida le atrajeron las calles empinadas, los rostros arrugados, los olores cambiantes y los oficios olvidados. En posteriores desplazamientos ya fue con su cámara y el objetivo preparados, con la serie en mente. Finalmente la colección está compuesta por más de una treintena de fotografías tomadas en las medinas de Tánger, Tetuán y Chauen.

Visiones en la medina por el momento no se ha podido ver en el Campo de Gibraltar (aún nadie se lo ha propuesto al autor), pero sí nacerá expositivamente pronto. Una selección de 20 de esas imágenes se podrá contemplar en la sala La Polaroid de San Fernando del 11 de junio al 9 de julio.

"A través de un amigo fotógrafo sevillano, Jesús Botaro, conocí a Julián Ochoa (que regenta La Polaroid). Le gustaron las fotografías y surgió la posibilidad de ponerlas allí. También conozco al colectivo fotográfico de Málaga Aula 7 y es posible que exponga también allí al final del verano", explica Márquez. Lo más impacientes pueden encontrar un álbum en la página especializada www.blurb.com.

En la serie hay retratos y ambientes y, en general, "un poco de todo", precisa el autor. Y desde luego "lo exótico brilla por su ausencia", según anuncia la muestra la sala isleña. Todas las imágenes son en blanco y negro, una marca de la casa. "Casi todo lo hago en blanco y negro", confirma quien domina la técnica y todas sus posibilidades. De hecho, imparte cursos sobre la materia en la Ufca. "El color me distrae y con el blanco y negro me centro un poco más en las expresiones", justifica el algecireño. "Siempre me ha atraído más el blanco y negro por eso. Además, en los paisajes y las personas que se ven en las medinas, que son del pasado, da mejor en blanco y negro que en color".

Márquez alude al pasado y es la llamada desde otra época lo que le conquistó. "De esos lugares y esos países me llama la atención que están atrapados en el tiempo, que no pasa por ellos. Lo podemos identificar con nuestro pasado, hace 40 años. Viven fuera de la civilización moderna, escondidos en esas medinas", reflexiona el fotógrafo.

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