El conjunto arqueológico Baelo Claudia, ubicado en Bolonia, se ha topado con una amenaza externa, que nada tiene que ver con la climatología o el indiscutible paso de los siglos. Desde el enclave se ha advertido de los efectos negativos que produce la práctica de geocaching en las inmediaciones de la zona. Se trata de una actividad basada en esconder y encontrar objetos -denominados tesoros- en cualquier lugar, ayudados por coordenadas GPS y usando, en muchas ocasiones, cavidades en muros para esconderlos.

En Baelo Claudia se ha detectado la práctica, además recogida por cámaras de vigilancia y el personal del conjunto arqueológico, apuntando a la constatación de que existe un foro en el que se ha relacionado esta práctica con el lugar. Señalan que la actividad está causando importantes deterioros estructurales en el muro de piedra del aparcamiento, poniendo en peligro la integridad de los usuarios de la zona de recreo, ya que los que practican desplazan piedras, las tiran y sueltan nuevos guijarros, provocando desplomes en el muro con riesgos de caídas.

Subrayó la dirección del conjunto que no pretende valorar la idoneidad o no de esta práctica, sino la afección que puede representar para la seguridad de las personas un uso inadecuado de esta actividad, así como el peligro que representa que se lleve a cabo sobre bienes del patrimonio histórico como ocurre en otros emplazamientos. Defienden además que son terrenos ubicados en una zona arqueológica declarada Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1925, siendo así calificado Baelo Claudia y su entorno Monumento Histórico Nacional. Por ello, el conjunto arqueológico anunció que tomarán las medidas legales que sean necesarias para impedir la práctica de esta actividad, de acuerdo con las leyes de Patrimonio de la Comunidad Autónoma de Andalucía y del Patrimonio Histórico de Andalucía.