El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, recibió ayer en Madrid al alcalde de La Línea, Alejandro Sánchez, y al concejal de Hacienda, Francisco Muñiz, un encuentro solicitado por el primer edil hace tiempo y en el que el tema a tratar era la difícil situación que soporta La Línea.

Según informó ayer el alcalde al término de la reunión a través de un comunicado, el ministro de Exteriores se comprometió a "abordar con inmediatez" las necesidades "urgentes y estructurales" de la localidad después de que ambos responsables municipales le expusieran los problemas que soporta el municipio por su condición fronteriza con Gibraltar, la falta de suelo industrial y el alto índice de desempleo existente con más de 10.000 parados. Estas soluciones tratarán de aplicarse para que la ciudad disfrute de un crecimiento económico equilibrado respecto a Gibraltar.

El alcalde aseguró que en dicho encuentro demostró "una clara y decidida determinación" a la hora de trasladar a Moratinos la situación histórica por la que atraviesan los linenses, así como el por qué de las acciones que se están llevando a cabo y los "irrenunciables objetivos que se persiguen con ellos".

Dichas acciones consisten en controles de documentación a la salida de la Aduana por parte de la Policía Local, lo que ha creado importantes retenciones a la entrada y salida del Peñón; el anuncio de establecer un peaje en la Aduana para todas las personas que entren en Gibraltar y una marcha a pie que protagonizará el propio alcalde hasta Algeciras el próximo día 30. Según ha podido saber este diario, el alcalde está dispuesto a mantener dichas medidas de presión pese al encuentro mantenido ayer con Moratinos.

Sánchez añadió que la reunión, que se prolongó más tiempo del previsto "debido a la importancia de los temas a tratar, ha supuesto una oportunidad para trasladar al ministro que La Línea de la Concepción no pretende ser un escollo en las relaciones con Gibraltar pero que los linenses tienen derecho al mismo progreso económico que nuestros vecinos y amigos gibraltareños", indicó.

Este diario ha sabido que la reunión se prolongó durante una hora y media y que fue muy tensa al principio, aunque finalmente, tanto el ministro como el alcalde bajaron el tono dada la importancia de los temas y la necesidad de buscar soluciones para el municipio.

Al término de la reunión, ambas partes coincidieron en que "es de sentido común" -según la nota del Ayuntamiento- que dos comunidades separadas por pocos metros de distancia deben crecer de forma equilibrada, sobre todo en bien de la convivencia mutua. Cualquier otro escenario, como el actual, no es lo que todo el mundo desea".