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La OSCE logra acceder a la zona del avión entre temores a la destrucción de pruebas

  • Ucrania acusa a los rebeldes prorrusos de sacar 38 cuerpos de fallecidos del avión y de "intentar destruir las pruebas de un crimen internacional".

Un grupo de expertos de la OSCE se convirtió en el primer equipo internacional en acceder al lugar donde hace dos días fue derribado el avión malasio en el este de Ucrania, en medio del temor por la posible destrucción de pruebas y el robo de cadáveres denunciado por Kiev. 

Los investigadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) se internaron en el campo abierto junto a la localidad de Grabovo, en la región de Donetsk, donde permanecen desperdigados los cuerpos de las 298 víctimas del siniestro y los restos del avión. 

El grupo, al que el viernes le fue denegado el acceso, consiguió visitar la zona a pie tras mantener una discusión con los milicianos armados que custodian el lugar, aunque se quejó de las trabas que les pusieron los rebeldes prorrusos. 

"Si ustedes no me dejan hacer mi trabajo me quejaré a (Alexandr) Borodái (líder de los insurgentes prorrusos)", se dirigió a un comandante de las milicias el suizo Alex Hug, jefe de la misión internacional de la OSCE para Ucrania. 

Tras casi media hora de discusión, los expertos se resignaron a seguir la ruta marcada por los milicianos, que les impidieron abandonar la carretera que corta en dos el descampado salpicado por los restos de la tragedia con la excusa de no obstruir el trabajo de los servicios de rescate. 

La zona, a unos 80 kilómetros de la capital regional, Donetsk, ofrece un espectáculo dantesco. Un gran fragmento del fuselaje del avión deja ver claramente el emblema de la compañía aérea Malaysian Airlines, a la que pertenecía el avión supuestamente abatido por un misil tierra-aire, de cuyo disparo Occidente acusa a los insurgentes apoyados por Rusia. 

Otros trozos más pequeños del aparato están diseminados en una amplia zona entre  numerosos cuerpos de hombres y mujeres que viajaban en el fatídico vuelo. La mayoría, 192, eran ciudadanos de Holanda, que se encuentra conmocionada por la tragedia

Decenas de miles de personas de todo el mundo han dejado mensajes de dolor y de apoyo en los registros de condolencias creados en Holanda en memoria de las víctimas, entre ellos el exsecretario general de la ONU Kofi Annan, que ha firmado en el libro de condolencias abierto en el aeropuerto de Schiphol en Amsterdam. 

Desde Kuala Lumpur, el ministro de Transporte de Malasia, Liow Tiong Lai, reclamó que se proteja la integridad de la zona donde se encuentran los restos a través de un "corredor seguro". 

"Es importante que no se comprometa la integridad del lugar del accidente y que se garantice que no se retiran pruebas de la escena", dijo en una rueda de prensa. 

Según el ministro, que viajará a Ucrania, "el mundo tiene la obligación moral de garantizar que los restos (de los fallecidos) son retirados con respeto (...) necesitamos ayuda para garantizar que no se manipula la zona ni las pruebas. Esperamos que la justicia prevalezca". 

Ucrania acusa a los rebeldes prorrusos de sacar 38 cuerpos de fallecidos del avión

El Gobierno de Ucrania denunció que los rebeldes prorrusos que controlan la zona donde el jueves fue derribado por un misil un avión malasio con casi 300 personas abordo se han llevado 38 cuerpos de los fallecidos. 

"Milicianos armados alejaron a los equipos de rescate y los dejaron sin medios de comunicación. Cargaron los cuerpos en un camión como sacos. Según los milicianos, se disponían a llevarlos a la ciudad de Donetsk", señaló a su vez una fuente del Gobierno de la región donde tuvo lugar el accidente, citada por medios ucranianos. 

El Gobierno ucraniano cargó también contra Rusia y acusó al país vecino de ayudar a los separatistas "a destruir las pruebas de un crimen internacional". 

"Los terroristas, con ayuda de Rusia, intentan destruir las pruebas de un crimen internacional. Nos dirigimos a la comunidad internacional e instamos a Rusia a retirar a sus terroristas para permitir a los expertos ucranianos e internacionales a investigar las circunstancias de la tragedia", dice un comunicado del Gobierno ucraniano. 

Kiev acusó a los sublevados de "impedir que las autoridades competentes de Ucrania inicien la investigación y se niegan a dar acceso a la comunidad internacional y a representantes de Gobiernos extranjeros al lugar donde cayó el avión de las aerolíneas malayas". 

"Además, los terroristas buscan transporte de gran envergadura para trasladar los restos del avión a Rusia", denunció el gabinete de ministros ucraniano. 

El Ejecutivo ucraniano, en un discurso que no admite otras versiones del siniestro que no sea el derribo del avión por los prorrusos, advirtió a los separatistas y a Moscú de las consecuencias que deberán afrontar por la tragedia de la que les acusan. 

"No habrá perdón para los criminales internacionales, ni tampoco para aquellos que apoyaban a esos terroristas, los entrenaban, financiaban y dotaban de armas", aseveró la nota de Kiev. 

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