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Volvo, que presume de ser la marca premium que más crece en España en lo que va de año -hasta un 34,3 por ciento frente al 4,7 que lo hace el mercado de turismos, con la mitad de sus ventas de híbridos enchufables y eléctricos-, acaba de presentar la puesta al día de dos de sus puntales comerciales: XC40 y XC60.
Estos dos SUV que son, por un lado, el modelo más vendido de la marca en España y el segundo en el mundo y, por otro, el best-seller de Volvo en el total de los mercados y el segundo en el nuestro, estrenan los cambios correspondientes a sus versiones model year 2025.
Los principales afectan a la gama de motores. Aquí, con la eliminación de los Diesel desde la semana 16 del año -desde mediados de abril-, la oferta del XC40 se sostiene con las versiones B3 y B4. Emplean un 2.0 litros de gasolina microhibridado con una arquitectura eléctrica de 48 voltios de, respectivamente, 163 y 197 CV. En ambos casos, sólo están disponibles con tracción delantera y cambio automático, éste uno de doble embrague y siete velocidades. También los dos cuentan con la etiqueta Eco de la DGT.
Hemos podido conducir ambos, el XC40 B3 a lo largo de algo casi de 550 km; el B4, durante unos 100, comprobando que la diferencia de potencia es relevante exclusivamente cuando se trata de, por ejemplo, realizar incorporaciones muy rápidas a una vía. En esta situación el B3 se defiende a la perfección, pero no tiene la contundencia que sí encontramos en el B4 para ganar velocidad.
Cualquiera de los dos es silencioso, muy suave y con una microhibridación pasa desapercibida en el aspecto funcional, más aún cuando no hay indicación de en qué momento el motor de gasolina puede estar recibiendo la ayuda del eléctrico de 14 CV (10 kW) o éste trabaja para generar energía.
Obviamente, el efecto de este motor eléctrico es mayor en situaciones como las que se dan en una ciudad o, incluso, circulación por carretera, antes que cuando se realizan largos trayectos en vías rápidas.
En relación al consumo, ambos homologan los mismos: entre 6,5 y 7,2 l/100 km, con variaciones según el acabado con que cuenten. Con el XC40 B3, en el recorrido mayor de los dos realizados, obtuvimos un gasto medio de 8,0 l/100 km con una velocidad media de 112 km/h; con el B4, fue de 7,6 l/100 km haciendo un promedio de 71 km/h. Estimamos que estos datos definen los dos extremos de que pueden encontrarse en estos XC40 cuando se circula por autovías, en un caso realizando una conducción tranquila con limitaciones variables entre 90 y 120 km/h, el otro a un ritmo más vivo.
En todo caso, disfrutan de un buen aislamiento sin necesidad de usar cristales laminados y, además, con el apoyo del buen trabajo de las ayudas a la conducción, por citar algunas, de cara a situarlo centrado en el carril y a la distancia adecuada -es regulable cómodamente desde el volante- con el vehículo precedente, si así lo deseamos. Hacer así un viaje de cinco horas puede ser mucho más satisfactorio que con otros coches.
El cambio tiene varias particularidades en cuanto a su uso. Por un lado, carece de levas para su manejo en modo manual. Así, si lo que se desea es seleccionar así las marchas, hay que proceder a dar impulsos laterales a la pequeña palanca, no hacia delante o atrás, como suele ser más habitualmente. Funciona rápidamente y en modo automático elige con buen criterio la marcha más adecuada incluso cuando circulamos por carretera de un carril por sentido y con alternancia pendientes a favor o en contra.
La configuración del chasis, por equilibrada, se adapta sin problemas a estas carreteras aun con neumáticos 245/45 R20 -podría montar tanto unas llantas de 21", así como otras de 17, 18 o 19"-. Y si bien este SUV C de 4,43 m de largo no tiene una actitud tan propositiva como un BMW X1, que puede ser considerado su principal rival, tiene buen agarre y un eje delantero que permite el paso por las curvas rápido sin problemas de tracción.
La dirección parece ligera por lo poco que cuesta mover el volante -Volvo ha prescindido de modos de conducción en este coche, lo que simplifica la experiencia respecto a otras propuestas-, pero es precisa. Quizá le afectan más los malos firmes de lo que nos gustaría, pero no hasta el punto de que reste confianza. Lo mismo ocurre con la suspensión, que admite un balanceo de la carrocería, una buena indicación de cómo está trabajando el XC40. Ofrece un suficiente aislamiento para sentir que rodamos en un modelo premium.
El sistema de infoentretenimiento se incluye de serie en toda la gama XC40, así como en el XC60. Tiene en ambos una pantalla táctil de 9 pulgadas -la de la instrumentación es de 12,3"- con orientación vertical que se sitúa en el centro del salpicadero y desde la que se manejan la mayor parte de las funciones del coche, incluida la climatización o los diferentes ajustes. Su sistema operativo está basado en Google Automotive Services, el cual incluye una versión integrada de Android. Este software permite el acceso nativo a aplicaciones como Google Maps, Google Assistant o Google Play Store, lo que facilita no sólo actualizaciones de las aplicaciones en tiempo real, sino también una mejor adaptabilidad y manejabilidad: es tan sencillo de uso como puede serlo cualquier móvil, mientras que en la zona inferior siempre figuran los accesos rápidos a las aplicaciones más usuales, como el acceso al control a ese equipo de climatización, por ejemplo. Ese sistema operativo es, por otro lado, actualizable inalámbricamente vía OTA.
Además, debajo de la pantalla hay una fila de botones que permiten acceder rápidamente al warning, el desempañado del parabrisas y luneta trasera y, el más grande, al control del volumen del equipo de sonido. La configuración del interior tiene, de ese modo, un toque de minimalismo.
En relación al espacio, lo sentimos satisfactorio incluso para darle un uso familiar, con suficiente espacio para las cabezas o piernas. Asimismo, con asientos muy cómodos en el caso de los delanteros, lo que contrasta con el tamaño que percibimos en los traseros, con una banqueta más bien corta.
El maletero, según Volvo, ofrece una capacidad de 432 litros que, sin ser de referencia, lo pone en una zona media en la clasificación. Su mejor cualidad es no sólo la profundidad, sino también la abundancia de recursos funcionales como el almacenamiento bajo el piso, puntos de sujeción o el empleo de divisores para la carga, entre otros.
La gama se nutre ahora de dos nuevos niveles de equipamiento que se suman a los Essential, Core, Plus y Ultra. Son los Black Edition Plus y Black Edition Ultra, también disponibles en su hermano mayor, el XC60 de 4,71 m de largo.
Se caracterizan por el empleo del color negro en su carrocería, un tono que también se extiende al emblema del frontal, las letras del portón, las llantas de 20" o, ya en el interior, a la tapicería o guarnecidos. Ambos están disponibles con cualquiera de los motores del XC40, el Black Edition Plus con el equipamiento funcional de los XC40 Plus, como su apellido indica; y el Black Edition Ultra con el correspondiente.
El precio de tarifa para este Volvo XC40 Black Edition Plus es 49.893 euros con el motor B3 y 52.338 euros con el B4. En el caso de la versión Ultra, el Volvo XC40 Black Edition cuesta 52.031 euros con la mecánica B3 y 54.476 euros con la B4.
En el XC60 tiene ambos acabados la versión B5, que emplea la misma declinación del del motor del XC40 B4, pero con la salvedad de que lo combina con la tracción total -sus consumos homologados oscilan de 7,7 a 8,7 l/100 km-; así como con la variante híbrida enchufable T6 de 350 CV.
En este SUV de mayor tamaño, el precio de lista para el XC60 Black Edition Plus es 65.064 euros con el motor B5 y 73.168 para el T6. El Black Edition Ultra tiene un precio de 72.451 con el motor microhíbrido B5 y 78.069 euros para la versión PHEV T6.
En el caso de T8 de 455 CV, estos acabados Black Edition son reemplazados en la cúspide de la oferta por el nivel Polestar, caracterizado por sus pinzas de color amarillo, cinturones del mismo tono, llantas de 21", una parrilla especifica y un largo etcétera de modificaciones respecto a otros XC60, incluyendo entre ellos un chasis con suspensiones más firmes, por ejemplo.
En otro sentido, los dos híbridos enchufables del XC60 cuentan entre su equipamiento de serie siempre con un techo solar panorámico con accionamiento eléctrico. En lo que atañe a las llantas, éstas abarcan de 18 hasta 22".
Los precios de lista del XC40 arranca en 42.600 euros para los B3 y 48.000 para los B4 -respectivamente con los niveles Essential en el caso del motor de 163 CV y Core para el de 197 CV-; sin embargo, Volvo propone si se financia la compra de estos SUV una interesante oferta que deja estos precios en 32.900 y 38.300 euros.
Esto es posible gracias al apoyo de marca, concesionarios y financiera en estos productos que, de facto, en el caso del más asequible, el B3, dejan el total de la compra en 40.427 euros, incluidos los intereses. Esto supone un inusual ahorro, cuando se compra con fórmula de financiación, de casi un 10 por ciento respecto a hacerse la compra al contado.
Volvo también lleva esa oportunidad de rebajar la tarifa del XC60, que de lista cuestan 56.500 euros el B5, 67.299 el Recharge T6 y 86.250 el Recharge T8. La marca sueca lo hace de forma aún más agresiva que en el XC40 en tanto que, de financiarse, el precio del primero de ellos, el microhíbrido, se inicia en 43.600 euros.
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