Las orcas que cada año acuden al entorno del Estrecho de Gibraltar coincidiendo con la temporada migratoria del atún han vuelto a protagonizar varios incidentes con veleros en las costas de Cádiz a lo largo de los últimos días.

Durante la pasada madrugada, los cuatro tripulantes de un velero tuvieron que ser rescatados a media milla de Barbate después de sufrir el impacto de orcas en la embarcación en la que navegaban. El velero no pudo ser remolcado por estar completamente lleno de agua.

Ante esta circunstancia, la Capitanía Marítima de Algeciras ha comenzado a dar aviso a los veleros de la presencia de los cetáceos en las aguas del Estrecho, si bien se está a la espera de que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) y la Dirección General de la Marina Mercante puedan adoptar alguna otra decisión.

En los días previos, varios vídeos subidos a las redes sociales, y que se atribuyen al área del Estrecho de Gibraltar y las costas de Cádiz, muestran el frecuente acercamiento de las orcas a las embarcaciones recreativas durante la navegación. En los mismos se observa a los cetáceos aproximarse al casco e incluso pasar por debajo, así como los daños sufridos en timones y cadenas de los buques. 

Otra imagen publicada en los últimos días muestra al velero Billaroo semihundido como consecuencia del impacto de una orca durante una travesía entre Gibraltar y Barbate. 

Velero hundido por el ataque de orcas.

Los ataques de orcas a los veleros se agudizaron a partir del verano de 2021, cuando se prohibió la navegación de estas embarcaciones de menos de 15 metros en la ensenada de Barbate por lo recurrente de los incidentes. 

Consejos

El Grupo de Trabajo de Orcas del Atlántico, que agrupa a especialistas y científicos de la zona del Estrecho, Galicia, Portugal y Francia, recomienda unas pautas a los patrones de las embarcaciones de recreo cuando localicen orcas durante la navegación.

En primer lugar, los expertos piden que se intenten registrar imágenes de vídeo para seguir estudiando el porqué de este comportamiento de los cetáceos, cuyas crías suelen morder el timón hasta inutilizarlo, mientras que, en ocasiones uno o dos adultos las acompañan como si de un juego se tratara.

No obstante, la toma de estas imágenes sólo debe efectuarse si existe la posibilidad de hacerlo sin llamar la atención de los cetáceos, ya que la primera recomendación que dan es "evitar todo tipo de estímulo sobre el animal" y no sacar el cuerpo por la borda para evitar caídas. 

También se pide a las embarcaciones con las que contacten los cetáceos que paren el motor de inmediato, que desconecten el piloto automático, que "saquen las manos del timón", que guarden silencio y apaguen la sonda, que el canal de radio lo dejen a bajo volumen y que contacten con Tráfico Marítimo para dar su situación y por si precisaran ayuda.

Históricamente, las orcas y los hombres han convivido y hasta han colaborado en la pesca del atún, ya que cada primavera, cuando los bancos de atún llegan al Mediterráneo, las orcas los acorralan y los empujan hacia las tradicionales almadrabas que los pescan mediante este arte milenario.

La orca nada a 50 kilómetros por hora y el atún puede hacerlo a 90, por lo que el cetáceo, para darles caza, se organiza en grupos que los acosan y los cercan.