La Línea

El puente del Cachón cumple 100 años

  • El 19 de julio de 1916 fue inaugurada la carretera que une La Línea con San Roque Hasta entonces las diligencias transitaban por la playa de Poniente

Algo tan sencillo como pasar de La Línea a Campamento era una odisea hace poco más de 100 años. Por entonces el paso entre una y otra localidad se hacía por la orilla de la antaño extensa playa de Poniente, que nacía en la desembocadura del arroyo Cachón, el que separa los municipios de La Línea y San Roque por el núcleo de Campamento. Por eso, a principios del siglo pasado, para facilitar el tránsito por esa zona con el objetivo de fomentar el desarrollo social y comercial de la ciudad, el Ayuntamiento linense inició los trámites para que se construyera un puente, bautizado como Príncipe Alfonso, que fue inaugurado y bendecido el 19 de julio de 1916, hace hoy 100 años.

Hasta que no fueron construidos la carretera y el puente no había caminos practicables para llegar o salir de La Línea. Por la orilla de la playa en la desembocadura del río circulaban, no sin dificultad, carruajes de tracción animal, lo que ponía en perjuicio los intereses de la localidad ante las malas comunicaciones. Según contó José Rivera Segovia, conductor de una de las diligencias, al historiador Francisco Tornay para sus Radiografías linenses, los carruajes se enfrentaban a auténticas odiseas para transportar tanto las mercancías como a los viajeros. El trayecto por la orilla de la playa finalizaba en el espigón de San Felipe. Cuando el río Cachón venía subido o cuando las ruedas se atascaban en un barrizal era fácil que las diligencias se quedaran varadas en una margen del río, incluso durante varios días, ante la imposibilidad de cruzar. La alternativa era pasar campo a través hasta la calle Pedreras. Sobre el río había un pequeño puente muy rudimentario, fabricado con estacas y cañas, por el que pasaban las personas a pie.

A finales del siglo XIX el pueblo de La Línea comenzó a reivindicar al Gobierno central la construcción de una carretera que enlazara el recién independizado municipio con San Roque, que tenía que contar por obligación con el puente sobre el arroyo Cachón. Desde Madrid se alegaban razones de índole militar para oponerse a esta demanda, imprescindible para que la localidad linense alcanzara un mayor desarrollo económico y social.

En 1908 el alcalde, José Cayetano Ramírez Galuzo, dirigió una exposición de motivos para la construcción de esta vía al gobierno de Alfonso XIII. Por entonces La Línea ya contaba con 31.862 habitantes, una importante población muy mal comunicada.

El diputado a Cortes por el distrito de Algeciras, José Luis de Torres Beleña, tuvo mucho que ver en la consecución del puente y la carretera. Por ello le fue concedido en 1910 el título de Hijo Adoptivo de La Línea de la Concepción, que le fue entregado el 30 de noviembre de 1911 "como homenaje por sus merecimientos para perpetuar y mantener el recuerdo de tan esclarecido bienhechor, que tan altos ejemplos de protección desinteresada no otorga y en cuyos sentimientos son comunes por igual las alabanzas de todo el pueblo".

La gestión del diputado dio como fruto, en 1910, una ley que aprobaba el proyecto de construcción de la carretera que finalmente fue inaugurada el 19 de julio de 1916 con la bendición del puente Príncipe Alfonso sobre el río Cachón. La inauguración se celebró con gran entusiasmo. Al acto acudieron las autoridades municipales y ciudadanos en general que aclamaron en repetidas ocasiones a los monarcas Alfonso XIII y Victoria Eugenia, y al príncipe Alfonso, que dio nombre al puente. También asistieron todos los niños de las escuelas del municipio y los exploradores. Entre todos se repartieron tarjetas postales con los retratos de rey y del príncipe.

El diputado del distrito, José Luis de Torres, fue el encargado de descubrir la placa conmemorativa bajo las notas de la Marcha Real.

Como curiosidad, el 21 de julio de 1916, dos días después de que fuese inaugurado, el vecino de Algeciras José González publicó en el diario El Campo de Gibraltar una queja dirigida al alcalde linense porque el guardia del puente, llamado Julio Vela, le cobró tres pesetas por pasar una caja pequeña de abanicos y algunas gaseosas.

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