El alcalde de La Línea, Juan Franco, tiene previsto firmar este jueves el contrato de la obra de consolidación, rehabilitación y adaptación de la plaza de toros, que se convertirá en el centro multiusos El Arenal, nombre originario del coso. El procedimiento administrativo ha sufrido varias demoras –incluso quedó desierto tras un primer plazo que expiró el pasado mes de junio– y ahora por fin se vislumbra el inicio de los trabajos de una de las grandes líneas contempladas en la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible para cambiar la fisonomía de buena parte de la ciudad.

A la licitación se presentaron cuatro empresas. La Mesa de Contratación solicitó el asesoramiento de una Comisión Técnica para clarificar los puntos obtenidos por cada una de ellas según la experiencia del jefe de obras en intervenciones en edificios protegidos. Finalmente, Contratas y Obras San Gregorio es la empresa cuya propuesta ha obtenido más puntos en la licitación.

La adjudicataria ha rebajado el plazo de ejecución en cuatro meses –estaba previsto en 18– y la oferta económica a 1.809.498,29 euros, cuando el importe previsto era de 2.007.428,77. También rebaja de cuatro a tres meses el plazo de redacción del proyecto de ejecución y el estudio de seguridad y salud.

El 80% de la inversión está financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) dentro de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (DUSI). El Consistorio correrá con el 20% restante del gasto. El objeto del contrato es convertir la plaza de todos en el centro multiusos El Arenal, para que sea un referente cultural, artístico y deportivo, aunque también seguirán acogiendo corridas de toros en Feria. Además, la intención es que sea el motor para revitalizar todo el entorno.

La parte constructiva consistirá en la consolidación de un cuarto de la plaza con un anillo metálico perimetral. En 2009 se realizaron unas obras para consolidar la estructura y resolver la presencia de humedades, pero solo se ejecutaron al 77%. Ahora se terminará al completo. Además, se llevará a cabo la reposición a su estado original del graderío, en el que volverá a verse la piedra caliza de los asientos, y la reconstrucción de la segunda andanada de gradas, que contará con una cubierta a dos aguas terminada en tejas. Este elemento fue demolido en los años 70 por su mal estado y le restó una capacidad para 2.000 personas.