Rehabilitación de La Concepción

El Mercado de La Línea cierra para dar paso a un futuro prometedor

  • Los comerciantes se despiden de sus actuales puestos en una mañana cargada de nostalgia e ilusión a partes iguales

Fotos del último día del Mercado de la Concepción en La Línea

Fotos del último día del Mercado de la Concepción en La Línea / Erasmo Fenoy

La de este sábado estaba llamada a ser una mañana de sentimientos encontrados en el siempre bullicioso Mercado de La Concepción de La Línea. Nostalgia por el pasado y la ilusión por un futuro que se antoja prometedor a la vuelta de poco más de un año. 

La emblemática plaza de abastos linense ha echado el cierre por última vez con su configuración actual para ser sometida a la rehabilitación integral más ambiciosa y profunda de su historia. En 139 años de trayectoria, el Mercado de La Concepción ha experimentado numerosos cambios, ampliaciones y obras. Pero nunca un proyecto integral para dejarlo como nuevo. 

"No es un adiós. Es un hasta luego", rezaba escrito en tiza sobre la pizarra de una frutería. "Hasta pronto", "Gracias por todo" y otros mensajes similares se han visto en prácticamente todos los puestos. Y las conversaciones entre clientes y tenderos han girado inequívocamente sobre los cambios a corto y medio plazo. Por supuesto, también anécdotas y recuerdos así como la importancia de las obras que se van a acometer tras años de espera y parches en un edificio que no aguantaba más.  

A partir del próximo 15 de noviembre (lunes), los comerciantes tendrán acomodo en el Bulevar de la Avenida 20 de abril. En las próximas semanas habrá actividad en el mercado a puerta cerrada para permitir la mudanza de las cámaras frigoríficas, mostradores y básculas con las que empezar la nueva andadura en el mercado provisional.

El bulevar contará con nueve puestos de pescadería, quince de carnicería, tres de panadería (de los que actualmente ocupan un espacio exterior en el Mercado), cuatro bares y dos churrerías, ocho establecimientos de frutas y verduras, dos de repostería, cuatro de comida para llevar, cuatro de encurtidos y frutos secos, seis de charcutería, tres de floristería, cinco de pollería, dos de perfumería/bazar y productos de limpieza y tres de textil. De los ocho establecimientos de hostelería, solo se trasladarán cuatro, ya que los restantes tienen previsto jubilarse en próximas fechas y han optado por la suspensión administrativa de la concesión.  

En total, son 61 de los 75 puestos los que formarán esta oferta temporal del mercado para los próximos meses. 

Para dar por clausurada esta etapa de casi 140 años de comercio en la ciudad, el Ayuntamiento de La Línea ha homenajeado a cinco comerciantes de cuatro negocios por su jubilación. 

El alcalde, Juan Franco, y el concejal de Comercio, Alejandro Azuaga, han entregado unas placas a Francisco Carrasco Almansa, de la Carnicería Carrasco Almansa; José Guirado Gómez, de la Carnicería Guirado; Pedro Quero Pacheco, de la Carnicería Quero y a los hermanos Carlos y Eduardo Trujillo, del Bar Carlos y Eduardo.  

Franco se ha mostrado exultante con el próximo inicio de la rehabilitación. "Espero que para enero de 2023 tengamos inaugurado este mercado en el que se van a invertir 4,5 millones de euros. Vamos a devolver a este mercado a la plenitud", ha comentado.

Mientras tanto, al filo de las tres de la tarde los comerciantes recogían las últimas cajas y productos antes de la última limpieza. El martes, tras el puente de Todos los Santos, será el momento de pensar en la mudanza. 

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