La Línea

El Higuerón, el eterno problema

  • Casi diez años después del comienzo de los trabajos de la primera fase del desdoble de la A-383 no hay noticias del inicio de la segunda, un tramo de carretera de 2,5 kilómetros

Posiblemente sea la carretera más corta que va a tardar más tiempo en hacerse en la historia de España. Se trata del vial restante de la carretera A-383, la de acceso a La Línea por El Higuerón, un tramo de 2,5 kilómetros del que los linenses reclaman su desdoble desde hace más de una década, cuando comenzaron las obras de duplicación del acceso este a la ciudad.

Durante los últimos años del gobierno municipal del PP los principales problemas para llevar a cabo este proyecto, que aliviaría el tráfico por esta zona de la ciudad, fueron las dificultades para llegar a acuerdos con los propietarios de las fincas por las que iba a pasar la carretera. El 21 de febrero de 2009 este diario publicó que de un total de 57 terrenos afectados el Ayuntamiento había suscrito convenios con 54, por lo que sólo tenían que expropiarse tres. Sin embargo esas expropiaciones no se llevaron a cabo. Hace unas semanas PSOE y PP mantuvieron una disputa a través de la prensa a cuenta del desdoble. Los populares echaron en cara a Araujo que no peleara por la finalización del desdoble y los socialistas aducieron a la actual situación económica de las arcas municipales y a la necesidad de expropiaciones que Juan Carlos Juárez no hizo en su día como causas de que a día de hoy el desdoble no se haya efectuado.

En febrero de 2009 el equipo de gobierno, por entonces del PP, recibió el proyecto una vez que la Dirección General de Carreteras de la Consejería de Obras Públicas de la Junta de Andalucía dio el visto bueno, pero la cosa no avanzó, sobre todo debido a esas expropiaciones que no se realizaron, y ahí se quedó el asunto. Meses más tarde la Asociación para la Defensa del Patrimonio (Aldepama) y la Asociación de Vecinos Marillac-Zabal presentaron alegaciones al proyecto de expropiación de cuatro fincas con las que el Consistorio no había llegado a un acuerdo. En esas alegaciones se exponía que el trazado no coincidía con el trazado oficial del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), al definir el límite entre una zona urbanizable y otra no urbanizable de especial protección agrícola, situada al este. También esgrimían las asociaciones que la valoración de los terrenos se hizo más de un año antes, por lo que había que actualizar los precios, y dudas en la edificabilidad de los terrenos previstos para compensar a los propietarios de las fincas por las que tenía que discurrir el trazado.

Ante la paralización del proyecto, que hoy por hoy no tiene visos de que se vaya a activar, el Partido Andalucista se interesó por el asunto antes de integrarse en el equipo de gobierno. Ángel Villar solicitó a la alcaldesa en diciembre de 2011 que explicase qué actuaciones quedaban pendientes por culminar por parte municipal en este asunto y le pedía una posible fecha de inicio de la ejecución de la segunda fase. El entonces edil de la oposición -hasta abril de 2012 los andalucistas no entraron a formar parte del equipo de gobierno- indicaba que la ejecución de la segunda fase del acceso a La Línea por el Higuerón debía ser "prioritaria para la corporación municipal". Más tarde, en septiembre de 2012, Araujo reconocía que el Ayuntamiento tenía "deberes por hacer" y pedía el apoyo de la Junta para cuando estuviesen hechos.

Las obras de la primera fase de la duplicación de la A-383 dieron comienzo en mayo de 2005 y finalizaron en diciembre de 2006. La Junta invirtió 10,9 millones de euros en el desdoble de la calzada a lo largo de 4,8 kilómetros y en la construcción de dos glorietas, una para conectar con la N-340 y otra en la intersección con el camino de acceso a Santa Margarita y de dos miradores en la zona alta de la carretera.

Para la segunda fase estaba prevista una inversión de 6 millones de euros. La Consejería de Obras Públicas señalaba que el proyecto debía ajustarse al planteamiento urbanístico del Ayuntamiento. El vial tendrían una longitud de unos 2,5 kilómetros, con dos calzadas con dos carriles con aceras de dos metros y un carril bici del mismo tamaño. Las intersecciones se resolverían mediante glorietas.

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