Huelva

National Geographic cree que Huelva es la ‘capital olvidada’

Muelle cargadero de mineral de la Rio Tinto Company.

Muelle cargadero de mineral de la Rio Tinto Company. / Alberto Domínguez (Huelva)

Una ciudad internacional que quedó olvidada en el tiempo. La prestigiosa revista National Geographic define a Huelva como la ‘capital olvidada’, un lugar que a comienzos del siglo XX había entrado con fuerza en la modernidad de la mano de la presencia británica y todo el desarrollo que se había generado por la industria minera,

Eran los comienzos del 1900, los felices años veinte, y Huelva, acompañada como siempre de su provincia, era ya un lugar en el que se practicaba el fútbol, con el desarrollo de las líneas férreas para el transporte del mineral, un puerto internacional pujante, la construcción del Barrio Obrero que expandía la ciudad más allá del límite de los cabezos, más allá del ‘hotel de los niños rubios’, como califica al Hotel Colón, uno de los más modernos de España en aquel tiempo, “el primero que tuvo luz eléctrica”, destacan. Una “ciudad internacional” que hasta albergaba un consulado de Noruega y que, en algún momento, se bajó de ese tren de la modernidad y se quedó anclada en el tiempo.

National Geographic introduce al viajero en Huelva a través del contexto de su provincia. “Huelva es una ciudad de hitos y de importancia en el pasado. De ser cuna del poeta de la Generación del 27, Juan Ramón Jiménez y de ser puerto de inicio del descubrimiento de América. Su provincia es rica en contrastes, con una sierra envidiable -la de Sierra de Aracena-, rincones que parecen sacados de otro planeta -como las Minas de Río Tinto-, su icónica aldea de El Rocío y unas playas vírgenes de gran acumulación de kilómetros que poco envidian a algunos rincones del planeta. A pesar de todas sus características, no es tan transitada y sin embargo, es una provincia dispuesta a ser descubierta como hizo Colón con América”.

Corta Atalaya. Corta Atalaya.

Corta Atalaya. / H.I. (Huelva)

‘Las minas donde nació el fútbol’

Y el primer lugar que recomienda a los viajeros internacionales es hacer un recorrido por las minas, por el “rojizo” río Tinto, por el origen del fútbol.

“La situación geográfica de la ciudad de Huelva ya advierte que será una provincia especial. La capital es una ciudad portuaria situada en la desembocadura de los ríos Odiel y Tinto. Estas dos rías no solo inspiran sus fandangos –“mi Huelva tiene una ría, en ella un barco velero…”-, también tendrá mucho que ver en todo lo que acontece en la región. Para empezar, el río Tinto responde a este nombre gracias a los minerales de sus aguas, que le aportan ese color rojizo que proviene de sus minas, que bien parecen un paisaje de Marte. Unas minas, por cierto, capitaneadas por los ingleses que no solo trajeron prosperidad a la zona, también originaron el fútbol. El Recreativo de Huelva es el decano del fútbol español por esta misma razón. Por la historia que discurre por esta zona, hacer una excursión por las Minas de Río Tinto y por las casas de los británicos, es una buena manera de entender parte de la historia de Huelva”.

Barrio Obrero. Barrio Obrero.

Barrio Obrero. / Alberto Domínguez (Huelva)

Un barrio para los workers

National Geographic destaca las dificultades que tiene la capital para competir turísticamente con lugares como la Sierra o las playas, aunque recomienda una imperdible visita al Barrio Obrero.

“Después de esta minera introducción, toca regresar a la ciudad, el lugar menos transitado de la provincia. Competir con las playas -Punta Umbría está a unos 15 kilómetros- o con su sierra es difícil, pero la capital onubense guarda tesoros que bien merecen una visita. El primer punto de partida podría ser el Barrio de Reina Victoria, que mucho tiene que ver con la presencia inglesa en la zona. Es un barrio construido por la Riotinto Company Limited para sus trabajadores. El primer proyecto, inspirado en el concepto de ciudad jardín es de 1916 y tiene una clara inspiración en la arquitectura inglesa. En 1922, los arquitectos Aguado y Pérez Carasa, continúan con el desarrollo añadiendo nuevas viviendas. Es un barrio de casitas blancas con toque de color en pleno centro que bien se merece un paseo”.

Casa Colón. Casa Colón.

Casa Colón. / H.I. (Huelva)

El hotel de los niños rubios

La prestigiosa revista de viajes sigue destacando el legado británico y hace otra imprescindible parada en el antiguo hotel Colón, del que dicen “fue el primer alojamiento con luz eléctrica de España”.

“No muy lejos de este barrio, en dirección a la Gran Vía y a la Plaza de las Monjas se sitúa la Casa Colón, un edificio de inspiración modernista y colonial construido a finales del siglo XIX que tenía como objetivo ser un hotel. Huelva empezaba a prosperar gracias a sus minas y empresarios ingleses y alemanes comenzaron a llegar a la ciudad. Muchos de ellos acabarían echando raíces, formando parte de la esencia de la urbe llenándola de futuros andaluces rubios de ojos azules. Volviendo al edificio, muchos historiadores de la zona defienden que el Hotel Colón fue el primer alojamiento con luz eléctrica de España. En la actualidad alberga exposiciones, congresos y otras interesantes actividades culturales”.

Gran Teatro. Gran Teatro.

Gran Teatro. / Alberto Díaz (Huelva)

Recuerdos de una ciudad internacional

Y de la Casa Colón continúa con su transitar por la Gran Vía hasta llegar al Gran Teatro, recuerdo de una época en la que “Huelva era una ciudad internacional”.

“Dejando la Casa Colón detrás y continuando por la Gran Vía se llega a la Plaza de las Monjas, epicentro de la ciudad lleno de terrazas donde se sientan los onubenses a disfrutar de un aperitivo o de cualquier cosa a media tarde. Su centro aguarda pequeñas casitas, por el Gran Teatro y aledaños, de esa época en la que Huelva era una ciudad internacional. Tuvo hasta un Consulado de Noruega en la zona alta de la ciudad que se ha convertido en una de las sedes actuales del Colegio Montessori. La importancia de la Puerta del Atlántico en la historia, más allá del descubrimiento de Colón, se hace evidente en su arquitectura. Aprovechar una visita a la zona más alta, en El Conquero, servirá para ver una panorámica mágica de todas las marismas de Huelva. Un buen mirador puede ser el Santuario de La Cinta, en cuyo interior sobresalen unos frescos de Zuloaga sobre la vista de Cristóbal Colón a la zona”.

Atardecer en Huelva. Atardecer en Huelva.

Atardecer en Huelva. / Alberto Domínguez (Huelva)

Un muelle y mil atardeceres

National Geographic propone al viajero despedir la ciudad en la zona portuaria, en los atardeceres del muelle de cargadero de mineral de la Rio Tinto Company.

“Una de las zonas de la ciudad que no hay que perderse es el Muelle del Tinto, construido en 1876 para transportar el mineral que llegaba desde el norte. Una estructura construida por un discípulo de Eiffel, algo que se distingue a simple vista. En la actualidad se puede recorrer y desde el final se alcanzan a ver los flamencos que viven en el paraje natural de las marismas del Odiel. También es punto de encuentro de enamorados. En el atardecer, los tonos naranjas y rosas del cielo se funden con el negro de su estructura. La huella británica en la ciudad es más que evidente. Si se continúa caminando por la orilla del muelle se llega a la Punta del Sebo, donde se encuentra el Monumento a la Fe Descubridora y la popularmente llamada “playa de Huelva”, recuperada después de muchos años.”

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