Tres de los cuatro tripulantes de la embarcación semirrígida que este domingo colisionó con una patrullera de Gibraltar, provocando la muerte de dos de ellos y la detención de los otros dos, residían en La Línea desde hacía tiempo, según ha informado a Europa Sur fuentes policiales. Tres de ellos son originarios de Ceuta y el cuarto es un ciudadano portugués.

Varias fuentes aseguran también que la Justicia gibraltareña ha puesto en libertad bajo fianza a los dos tripulantes que sobrevivieron y que fueron atendidos de sus heridas en el hospital San Bernardo. Uno es ceutí y el otro portugués. 

Las autoridades de Gibraltar les imputa por navegación peligrosa, importación de un bien prohibido en Gibraltar (la embarcación) y obstrucción de la labor policial. Su puesta en libertad bajo fianza respondería en gran medida a que en la embarcación no había droga, un delito penado de forma especial en el Peñón.

El ceutí superviviente responde a las iniciales N. D. y fue uno de los cincuenta detenidos en febrero de 2019 en el marco de la Operación Trapera de la Guardia Civil contra el tráfico de drogas. Está casado con una linense. Uno de los dos fallecidos en el accidente era su tío, M. N. La segunda persona puesta en libertad es el portugués B. M. G. S.

Las autoridades de Gibraltar colaboraron con la Guardia Civil en el desarrollo de la Operación Trapera con la detención de un ciudadano del Peñón residente en La Línea como presunto cabecilla de la llamada Banda del Madrid.

A la espera de autopsia

Los cadáveres de sus dos compañeros permanecen en Gibraltar a la espera de que se les practique la autopsia por parte de un forense especializado en estos casos y que tiene previsto llegar desde Londres. El procedimiento seguido es idéntico al puesto en marcha con ocasión del fallecimiento el 1 de ocubre del 2019 del linense Alfredo Morodo en parecidas circunstancias, tras una persecución en el mar por parte del servicio de Aduanas de la colonia a una semirrígida.

La Policía de Gibraltar explicó este domingo que la persecución de la semirrígida a alta velocidad se originó después de que los agentes detectaran la embarcación sospechosa, que apoyaba una actividad de tráfico de drogas.

Según el Peñón, la unidad marítima de la Policía de Gibraltar prestaba apoyo a las fuerzas del orden españolas en esta intervención en alta mar, aunque este extremo no ha sido confirmado por las autoridades de España.

Los dos tripulantes heridos recibieron tratamiento por sus heridas en el hospital de San Bernardo. La embarcación en la que iban a bordo cuenta con un casco semirrígido inflable de 14 metros del tipo que se suele usar en las actividades relacionadas con el tráfico de drogas. Estaba dotada con cuatro motores fueraborda de 300 caballos y un radar.

La Policía de Gibraltar ha nombrado a un oficial superior de investigación y ha puesto en marcha los protocolos pertinentes tras el incidente. El forense ha sido informado y se han entablado contacto con las familias de los fallecidos.