El Gobierno de Gibraltar trabajará, a través del departamento de Medio Ambiente y Cambio Climático, con la empresa Blue Shark Power para estudiar la viabilidad de instalar turbinas de energía mareomotriz en las aguas que rodean el Peñón.

El Ejecutivo gibraltareño firmó ayer un Memorando de Entendimiento con esta compañía fundada en 2013 en la Aquitania francesa, que está desarrollando actualmente tecnología para la fabricación de alta potencia de energía aprovechando la fuerza de las corrientes marinas.

El Gobierno espera que los estudios den comienzo después del verano y anuncia que se llevarán a cabo en diferentes áreas "de las aguas territoriales británicas de Gibraltar", lo cual puede generar algún conflicto con España dado que discrepa con las autoridades de la Roca de cuál es esa zona marítima.

"El mar ofrece una vasta fuente de recursos potenciales de energía y las energías renovables constituyen un gran desarrollo tecnológico por lo que las inversiones en energía oceánica es probable que crezcan", comentó ayer el ministro de Medio Ambiente, John Cortes. "Teniendo en cuenta nuestra ubicación única y estratégica dentro del estrecho, es justo que Gibraltar forme parte de la campaña mundial para aprovechar nuestros océanos. Este Memorando de Entendimiento es el primer paso en lo que podría ser una de las principales fuentes de energías renovables de Gibraltar en el futuro", concluyó John Cortés.

La energía mareomotriz es la que se obtiene aprovechando las mareas: mediante su empalme a un alternador se puede utilizar el sistema para la generación de electricidad, transformando así la energía mareomotriz en energía eléctrica, una forma energética más segura y aprovechable. Es un tipo de energía renovable, en tanto que la fuente de energía primaria no se agota por su explotación, y es limpia ya que en la transformación energética no se producen subproductos contaminantes gaseosos, líquidos o sólidos.

Gibraltar ha sufrido en los últimos dos años importantes problemas con la energía eléctrica que le han llevado a realizar un importante desembolso para mejorar las viejas instalaciones y máquinas y proyectar una nueva central. Ésta ha generado a una enorme polémica porque funcionará con gas natural licuado y desde algunos frentes se han puesto en duda las garantías de seguridad para la población.