La preocupación por la princesa de Gales sigue presente en el Reino Unido, sin más información tras el vídeo emitido en marzo en el que Kate Middleton reconocía que estaba siendo tratada de un cáncer tras la delicada intervención abdominal vivida a principios de año. El príncipe Guillermo ha estado centrado en su esposa en estos meses aunque ha retomado ya su agenda.

Sobre la reaparición de la princesa Catalina no hay nada confirmado y todavía colea la polémica foto alterada con motivo del Día de la Madre que obligó a publicar el vídeo de confesión cuando también se habría filtrado el informe médico por parte de alguien que accedió al sistema de The London Clinic.

Una de las publicaciones británicas más respetadas en contenidos sobre la realeza, Tatler, ha querido homenajear a la princesa de Gales llevando a su portada un óleo con el que quería respaldar su entereza y autoridad y sin embargo está recibiendo grandes críticas. La autora, Hannah Uzor, está siendo muy criticada por la simpleza de las facciones y la cuestionada calidad de su obra. Uzor, de raíces de Zambia, venía respaldada por su trayectoria. Tatler ya publicó heterodoxos retratos de miembros de la familia real con más aceptación. En 2023  Sarah Knights  publicó su visión de Carlos III y  un año antes Oluwole Omofemi publicaba su homenaje por el jubileo de platino de Isabel II.

El retrato de Kate Middleton en la portada de 'Tatler'

El retrato pintado por Uzor se basa en fotografías, con un posado principal obtenido de un banco de imágenes, lo que también ha contribuido generar más polémica por su forma de trabajo. "Mis retratos se componen de capas de personalidad, construidas a partir de lo que puedo encontrar sobre los personajes", aclara Uzor, quien ha querido trasladar "la dignidad, elegancia y gracia", de la futura reina. 

En las redes sociales se han desatado los comentarios en contra, tal como sucedió con el reciente retrato de Carlos III por el aspecto de la obra aunque en este caso la calidad artística era evidente.

La polémica portada está realizada en acrílico y la pintora zambiana explica que el fondo verde azulado lo ha elegido por "el color de los ojos" de la princesa de Gales, "tratando de conseguir elementos de estar en un jardín y en el agua; remar es uno de sus deportes favoritos", ha sido una explicación que ha causado también más controversia sobe su obra.