Mayo Festivo

Arrancan las Cruces de Mayo en Córdoba celebrando su centenario

Arranca el Concurso de Cruces en Córdoba / Aitana Pérez

Todo en la vida acaba volviendo y en mayo a los cordobeses les toca celebrar, por lo que este viernes han arrancado las Cruces con la mirada puesta en el Mayo Festivo, porque aún es abril en el calendario. Serán seis días, hasta el próximo miércoles 1, en los que la ciudad se convertirá en flor, sevillanas, rebujito y un ambiente inmejorable. En esta época del año, Córdoba es un hervidero de cordobeses y visitantes buscando el confort de una Cruz y las sombras que regalan los naranjos, aunque este año los pronósticos de lluvia hagan mirar al cielo y amenacen con arrebatar las ganas de vivir la capital. 

A las 12:00 en punto, las cortinas, los canceles y las carpas de las 46 cruces que este año se han instalado en la ciudad han abierto sus puertas a los visitantes. Los primeros curiosos, aunque ciertas voces los llamen ansias, han comenzado a hacer uso de las barras y las cocinas de las Cruces en busca del primer sorbo o del primer bocado, huyendo de las oficinas y buscando un sitio agradable donde degustar los productos típicos de la provincia.

Las primeras sevillanas han comenzado a sonar, dando un respiro de 17:00 a 20:00 para conciliar el descanso de los vecinos de las zonas aledañas a los montajes, volviendo a partir de entonces la diversión, las palmas y el buen ambiente. Es entonces cuando el rebujito se viste otra vez de protagonista de la fiesta, dando comienzo los pases, los taconeos y la aglomeración en torno a las barras.

Tras una Semana Santa pasada por agua, los cordobeses tenían ganas de disfrutar de la ciudad y sus entornos, y más aún si se trata de una de las fiestas con más arraigo que este año cumple su centenario. Aunque la temperatura y el cielo acompañan, nadie ha querido retar al sol, tal vez porque se avecine un fin de semana largo, quién sabe. La sombras de los naranjos y las carpas han resultado el mejor refugio a los primeros visitantes que, con el paso de los minutos, han ido llenando la mesa y colmando la sed. 

Bajo el imponente monumento a San Rafael se ubica la cruz de la hermandad del Santo Sepulcro, que tras el rezo del Regina Coeli ha abierto el cancel y las primeras visitas no se han hecho esperar. El ambiente se iba forjando a base de sevillanas de Raya Real, los Romeros de la Puebla y coros rocieros. Los primeros curiosos, bueno, los más ansiosos de querer disfrutar de nuestras tradiciones, llamémoslo así, han comenzado a entrar en el recinto. Las primeras jarras de rebujito no se han hecho esperar y ya en las caras de los curiosos se esbozaba esa sonrisa del disfrute y la felicidad sabiendo que algo había comenzado.

Tal vez, la pregunta de muchos sea, ¿a dónde se destina el dinero que va a parar a las Cruces? La respuesta la ofrece Javier López en la Cruz del Santo Sepulcro: "Principalmente para sufragar los gastos de la cofradía, que son notables durante todo el año, seguidamente a la bolsa de caridad, puesto que hay gente que lo necesita y luego para invertirlos el año que viene en hacer disfrutar a los visitantes cuando se acerquen a este enclave". Lo cierto es que es el sitio es único; a un lado el Puente Romano y al otro la Mezquita-Catedral, situada en pleno Casco Histórico. Tal vez deban pensar los señores de la Unesco, que una mención a una cruz con tanta singularidad podría ser candidata a algún título que la ciudad ya posee. 

Pero por supuesto, no nos podemos dejar atrás a los que hacen grande la fiesta, los ciudadanos, como Silvia Martínez, una cordobesa orgullosa de sus tradiciones: "Hay un ambiente excelente en un entorno inmejorable en el corazón de Córdoba. Una encrucijada entre la Mezquita y el Puente Romano". Y es que Córdoba es magia en mayo, es flor y es vivir cada plaza y cada rincón. Por supuesto sin perder atención de la Cruz, que se va llenando de turistas y visitantes y las ganas de bailar sevillanas van en aumento. La barra comienza a llenarse y los tiradores de cerveza no dan abasto, ¡qué disparate, todavía no hemos llegado a las 14:00 de la tarde!

Conforme se va acercando el mediodía, más ambiente se respira en la calle, más se van llenando las Cruces y más sed le van entrando a los cordobeses. Avanza el mediodía y en la plaza de las Cañas la cofradía del Calvario comienza a prepararse para la gran batalla: "Las cruces hay que vivirlas, disfrutar con amigos y en hermandad y celebrar la vida", comenta José María Molina.

Lo cierto es que el Calvario, tras celebrar los 300 años del Señor, se vuelve a sumergir en otro proyecto ilusionante como es el de terminar de rematar la casa de lo más valioso para ellos, que junto al Señor del Calvario, es la Virgen del Mayor Dolor y es el bordado de su manto y su palio: "Los beneficios de la Cruz de Mayo irán destinados al mantenimiento y restauración de enseres, obra social y al manto y palio del Mayor Dolor", comenta Juan Hinojosa, hermano mayor de la cofradía. Observando el enclave, los motivos florales y la decoración, este año el montaje hace un guiño al obispo Marcelino Siuri, quien bendijo la imagen de Nuestro Padre Jesús del Calvario.

Por la plaza de las Cañas, de momento, todo se mantiene en calma, esperando al momento en el que el ciudadano, exigiendo su derecho al disfrute, se haga poseedor de un hueco y una jarra de rebujito y le invada el espíritu de las flores de mayo y las sevillanas. Por cierto, sevillanas de toda la vida las que se escuchan en las primeras horas de las Cruces. 

Parece que las primeras horas de la tarde han sido relativamente tranquilas. Córdoba sabe esperar y sabe cuándo es el momento de salir, pero quizás este año sean más puntuales de lo habitual a la hora de apoyarse en la barra y dejarse llevar por el ambiente que nos regala cada mayo. Se nota una cierta calma tensa, esperando lo que está por venir conforme el sol vaya acabando su sevillana y deje paso a la luna que será testigo del lado más rocambolesco de las Cruces. Al fin y al cabo es una época para disfrutar, es fin de semana y el ambiente, aunque se oscurezca el día, seguirá siendo el mismo.

Conforme el sol pegue los últimos taconeos y la luna se vista de gala para inaugurar la primera noche, empezaremos a ver a esos ansias con ganas de coger la cama, a los cordobeses viviendo su fiesta más longeva y a los turistas haciendo cola para empadronarse en esta ciudad cuando llega mayo. Pese al tiempo y a la inflación, los cordobeses no deben olvidar que aquí, "nos peleamos con flores" -como pregonó El Cordobés el martes- y vivimos soñando con que mayo vuelva a florecer.

Córdoba comienza con su mayo, con sus trajes de flamenca, sus sillas de mimbre, los reencuentros, los abrazos de amistad, las flores, los coches de caballo y los volantes. Córdoba palpita y los cordobeses vibran; es el mes de disfrutar y el mes de recordar. Es el momento de las flores, de las rosas y las buganvillas, del rebujito y los montaditos, de los abrazos fraternos y los pases en las sevillanas, de vivir y dejarte sentir, de ser partícipe del mes de la vida, del mes que en primavera viste la ciudad de canastera.

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