Feria de La Línea

El espectáculo está en la calle

  • El recinto ferial tiene que esperar para cobrar protagonismo y es que la diversión se concentra en la ciudad ya que la Cabalgata desfila espléndida hasta llegar al Real.

Los linenses disfrutan de su primer fin de semana de Feria, uno de los más intensos del año y es que está marcado por tres de los actos más importantes de toda la Velada y Fiestas: la Coronación, la Cabalgata y el Domingo Rociero.

Ayer fue la noche de las carrozas y la música, de los colores y los papelillos, de las risas y los caramelos. Las ganas que la ciudad tenía de Feria y sobre todo de vivir este particular desfile no sólo se sabía, sino que se podía comprobar fácilmente desde hacía varios días ya que los linenses habían dejado ya sillas y mesas en las calles por las que estaba previsto, según el recorrido anunciado por el Ayuntamiento, que pasara la comitiva. Se trataba de una cita importante sin duda y había que guardar sitio para así después tener un lugar privilegiado desde donde poder admirar el espectáculo de luz y color que supone este desfile, además de compartir buenas viandas y un vaso de vino con amigos y familiares.

Es cierto que la ciudad afronta una situación difícil pero los linenses saben disfrutar como nadie y la Feria sólo se vive una vez al año, así que no es tiempo de penas, sino de alegrías, de sevillanas, de atracciones y de copas con los amigos.

La Cabalgata no salió hasta pasadas las nueve de la noche pero los ciudadanos que, sobre las seis de la tarde, estaban dando un paseo por el centro del municipio se encontraron con la sorpresa de las bandas de música que decidieron ir amenizando su camino hasta el edificio de los Navegantes, de donde arrancó el desfile, con marchas pegadizas para poner ritmo a la tarde y caldear el ambiente.

El que no buscó sitio con antelación, lo tuvo difícil para ver la Cabalgata como ésta se merece, sobre todo en la avenida España.

Este año, La Línea vivió un desfile con 13 carrozas y una quincena de bandas de música que supieron animar al público durante todo el recorrido por la avenida España y Del Ejército, hasta la entrada del recinto ferial.

La flamante Reina juvenil, Paula Fortes, y su corte de jóvenes bellezas cerró el desfile subida a su carroza de fantasía y precedida por la carroza de la pequeña reina infantil, Lucía Pérez, que también contó con la compañía de sus damitas, además de la reina saliente.

La anterior Reina juvenil, Carolina Mateos, y su corte fueron en otra carroza desde la que lanzaron caramelos y besos a los asistentes.

El resto del desfile estuvo compuesto por carretas de casetas, negocios de la ciudad y peñas y asociaciones. Los miembros de la Peña Madridistas se disfrazaron de hippies para dar la bienvenida a la Feria y portaron una bandera de España a raíz de la victoria de la selección de fútbol en el mundial. La roja se llevó más apoyos y es que otra carroza en la que viajaban niños estaba dirigida directamente a expresar su respaldo a la selección española de fútbol.

Tampoco faltó una carreta que recordó a los ciudadanos que en esta Velada se celebra el 140 aniversario de la ciudad y que tienen que sentirse "orgullosos de ser linenses", tal y como reza el lema del municipio.

Mientras caían los caramelos al paso de las carretas y de las bandas de música, los niños se afanaban por recogerlos del suelo y más de un adulto no dudaba en pedir directamente, bolsa en mano, a los niños, jóvenes y adultos de las carrozas que le obsequiaran con estos dulces.

Antes del inicio de la Cabalgata, Paula Fortes y sus damas se llevaron un pequeño susto y es que a un coche que pasaba justo al lado de su carreta le estalló el radiador. La Policía Local retiró de la zona el vehículo empujándolo y el incidente quedó en simple anécdota.

Una vez ya en la portada del Real, la Reina procedió al encendido del alumbrado e inauguró el recinto ferial.

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