UD Los Barrios - Ciudad de Lucena | La crónica

(2-0) La Unión, mejor cuanto más difícil

  • Los barreños se sobreponen a las bajas y se erigen en los primeros en vencer al que era el imbatido líder

  • Guti Hernández y Triunfo hacen los goles ante un rival que se queda con diez en el minuto 85

Los gualdiverdes celebran el 2-0 para desesperación del Lucena.

Los gualdiverdes celebran el 2-0 para desesperación del Lucena. / Jorge del Águila

La Unión Deportiva Los Barrios se crece ante los grandes retos. El equipo de Álex Pallarés se convirtió en el primero que logra tumbar al CD Ciudad de Lucena (2-0). Los barreños acabaron con el que era imbatido líder del grupo X de Tercera división y prolongaron su espectacular racha sin perder en el San Rafael de más de un año. Los de la Villa suman su tercer triunfo y se ponen con 11 puntos, a cuatro de la cabeza.

La Unión se sobrepuso a la plaga de bajas, a comparecer con un solo portero y a las dudas que hubieran podido dejar su primera derrota del curso. En un primer tiempo que fue a rachas, los de Dimas Carrasco salieron a tener la pelota y durante varios compases estuvieron moviendo la bola pero sin profundidad. Por su parte, los barreños, con un equipo casi de circunstancias, trataban de elaborar a duras penas, buscando mucho las bandas, con Álex Guti por la derecha y con Dani Guerrero, a la izquierda.

El primer disparo llegó en el 19’, de Nacho que atrapó Pablo Rodríguez sin problemas. Se afianzó el guadiareño. Hasta seis después no puso a prueba la Unión a Javi Cuenca. Fue en una falta en la que el meta metió puños, quedándose en el punto de penalti. El rechace le cayó a Sergio Romero que, desde fuera del área, trató de sorprender por alto pero el lanzamiento se le quedó con poca altura, deteniendo ahora sí el meta visitante.

Esa acción dio alas a los gualdiverdes quienes desde ese momento tomaron las riendas del encuentro. Aunque les costó llegar con peligro al área lucentina, suyas fueron las ocasiones de peligro. En el 33’ Dani Guerrero ganó a su par y ya dentro del área chica disparó cruzado, yéndose el balón pegado al poste. Aunque pidió córner (reclamó que Javi Cuenca había tocado), se señaló saque de puerta.

Cuatro después llegó el 1-0 tras una jugada personal de Álex Guti Hernández, que, tras zafarse de dos contrarios, entró en el área libre de rivales y batió a Javi Cuenca a un costado. Hasta el descanso, Los Barrios se sintió cómodo en el terreno de juego mientras que al Ciudad de Lucena le costó asimilar el tanto encajado y salvo en algún balón colgado, no puso en apuros a Pablo.

Tras el parón, Carrasco cambió de salida a Mario y dio entrada a Álex Caramelo, pero fueron los de casa los que estuvieron a punto de anotar, primero en el 46’ con un disparo de Dani Guerrero que atrapó Javi Cuenca; y luego en el 48’ fue Santi el que probó fortuna pero el esférico se fue cruzado. Legupín pudo marcar también en el 54’. 

El Lucena también tuvo las suyas. La primera en un remate de Nacho de cabeza en el 58’. Parecía crecer el equipo de Carrasco con una línea de cuatro por detrás del punta pero dejaban espacios atrás y en el 63’, Triunfo llegó hasta el área chica y disparó. Javi despejó con el pie y Jorge Herrero, en el rechace, estrelló el balón en Sergi Valls. En este correcalles, la Unión siguió perdonando. En el 66’ una jugada de Dani Guerrero hasta línea de fonDo, pasó atras y Santi en el area pequeña tiró y dio en Germán. Dos después, jugada de Legupín pero a su pase de la muerte llegó antes al meta que a Guerrero.

Los barreños no mataron y lo pudieron pagar. En el 77’ hubo un paradón de Pablo a falta de Adri Pavón salvando el 1-1; y ambos se volvierona ver en el 82’, rechazando el meta el tiro a bocajarro del rival. En el 85’, Toni Pérez vio la tarjeta roja por manos al cortar desde el suelo el avance de Román, quien en el 87’ falló a puerta vacía el 2-0 tras jugada de Álex Guti. Era cuestión de tiempo y en el 88’ llegó el 2-0. Germán Triunfo anotó a placer tras detener Javi Cuenca un mano a mano con Legupín. Pudo llegar el 3-0 en el 90’, pero Román volvió a fallar solo y casi a puerta vacía.

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