Maratón de Tokio 2024

De Algeciras a Tokio: el desafío de Javier García Llinás

  • Este algecireño de 32 años, ingeniero de profesión, viaja a Japón para disputar el domingo 3 de marzo su quinta gran maratón tras Nueva York, Londres, Berlín y Chicago

  • Su reto pasa por acabar en Boston para completar  los seis 'Majors'

Javier García, con la bandera de Algeciras, en las pistas Enrique Talavera

Javier García, con la bandera de Algeciras, en las pistas Enrique Talavera / Vanessa Pérez

Javier García Llinás es un algecireño de 32 años que va camino de completar las seis grandes maratones del mundo, las denominadas Six World Marathon Majors. Este ingeniero de profesión con alma de runner tiene en el horizonte del próximo 3 de marzo la maratón de Tokio (Japón). Ya ha corrido las de Nueva York, Londres, Berlín y Chicago y, si todo marcha bien en la capital nipona, sueña con cerrar el círculo en la mítica cita de Boston, la más antigua de la era moderna.

Lo más normal es que sus familiares y amigos se crucen a Javier recorriendo las calles de la ciudad un día cualquiera. Sus tiradas a menudo le llevan a dar la vuelta entera a Algeciras, su campo de entrenamiento favorito donde se prepara para patearse algunos de los lugares más emblemáticos de la vieja Europa o al otro lado del Atlántico.

Pero este algecireño ahora va un paso más allá. Javier García se montará el martes en un avión para volar hasta el lejano Oriente. El atleta visita Japón por primera vez para debutar en la maratón de Tokio en el que será su quinto Major.

“Siempre he hecho deporte, jugaba al fútbol, pero fue a partir de los 26 años cuando corrí en Madrid mi primera media maratón y desde entonces no he parado”, cuenta el algecireño, que con numerosas carreras populares y media docena de media maratones se atrevió a subir el pistón hasta la prueba reina de la maratón (los 42 kilómetros).

Quiero acabar con la de Boston, con las seis grandes, y retirarme”, dice Javier, que a su corta edad ha conseguido un reto mayúsculo para la mayoría de los amantes del atletismo sin ser profesional. “A quien logra correr las seis grandes le dan una medalla gigante”, explica. “Además, hacerlo en Boston sería muy especial porque allí es como la cuna de esto”. No en vano, aquel primer pistoletazo de salida tuvo lugar el 19 de abril de 1897.

Este ingeniero industrial mecánico lógicamente depende de su trabajo y hace malabares para encajar sus obligaciones, con los entrenamientos y con el descanso. “Sobra decir que la alimentación es fundamental y lo más sacrificado. Me cuido mucho en ese sentido. En cuanto al descanso me cuesta más dormir las horas que debería dormir. Siempre falta tiempo”, reconoce.

Javier no deja de correr durante todo el año “haga frío, calor, llueva, con viento...” aunque tiene un plan específico de doce semanas antes de una prueba de envergadura. ¿Cómo es un día de preparación normal en su ciudad? “Salgo de San García, donde vivo, y bajo hasta la redonda del Varadero para volver a subir como en un circuito. Ahí doy diez vueltas y después voy hasta el Botavara (al final de la playa de El Rinconcillo) y vuelvo”, relata para poner un ejemplo. Otras veces se le queda pequeño y circunvala la urbe.

García Llinás viaja con un grupo de unos 150 españoles a Japón y va a participar en la maratón a través de una agencia que lo organiza todo. Como es habitual, se puede acceder por marca o por sorteo. Por agencia es más costoso pero más seguro. “Saldré el martes y tendré un par de días para reconocer el terreno y aclimatarme un poco. El jet lag es un enemigo extra. Voy un poco sobrecargado y con la idea de rondar las 3 horas y 30 minutos. Quiero disfrutar de la carrera”, avisa.

El algecireño se queda con la experiencia de Nueva York de todas las que ha vivido: “Es espectacular como lo vive la gente allí. Se echan dos millones de personas a las calles y si te ven flaquear, se meten, te animan y hasta te empujan para que sigas. Desde la salida, con el himno, la seguridad, los helicópteros... es como una película”, rememora.

En Tokio también espera muchísima multitud "aunque allí lo viven todo de una manera más tranquila, más respetuosa" por lo que ha podido informarse. El próximo día 3 de marzo lo podrá corroborar en sus carnes y, sobre todo, en sus piernas.

Tokio estrenó nueva ruta para su maratón en 2017 con un trayecto que simboliza el pasado, el presente y el futuro de la ciudad. La edición de 2024 se mantiene con el recorrido, más plano y rápido, favoreciendo la mejora de los tiempos en los últimos 10 kilómetros.

La carrera arranca frente al edificio del Gobierno Metropolitano de Tokio, también conocido como Tochō, situado en Shinjuku, una de las regiones especiales más relevantes de la ciudad. A partir de ese punto, se desarrolla buena parte del trayecto. Allí se pueden ver entre otros el Palacio Imperial, la Torre de Tokio, el mercado de pesca más grande del mundo o la estación. El lugar de la meta es una plaza en las inmediaciones de la estación ferroviaria localizada en el distrito comercial conocida Marunouchi en Chiyoda, cerca del Palacio Imperial y el distrito comercial de Ginza.

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