30 años del Instituto de Estudios Campogibraltareños

El ferrocarril frustrado de Jerez a Algeciras-Gibraltar (I)

  • Un grupo de comerciantes ingleses inició en 1875 las gestiones para construir un ferrocarril que empalmase con la línea de Sevilla a Cádiz

  • La demora de la concesión de la subvenciones hizo que los promotores optaran por la conexión con Ronda

Un tren de la época.

Un tren de la época.

A finales de 1875 un grupo de comerciantes ingleses inició las gestiones para construir por su cuenta un ferrocarril que, saliendo del Campo de Gibraltar, empalmase con la línea general de Sevilla a Cádiz en las proximidades de Jerez. La proposición de ley autorizando el proyecto, presentada al Congreso a finales de 1878, no fue tomada en consideración. Un año más tarde, en agosto de 1879, las Cortes aprobaron el cambio de trazado del ferrocarril de Cádiz a Campamento (autorizado en 1873 y sin actividad alguna desde entonces por falta de inversores) por uno nuevo entre Jerez y Algeciras –pasando por San Roque, Jimena, Algar y Arcos– que favorecería la explotación y la comercialización de la riqueza agrícola, forestal y minera existente en la zona del nuevo trazado.

Para la realización del proyecto se constituyó en 1880 la Compañía del Ferrocarril de Jerez a Algeciras-Gibraltar, que inició los trabajos aquel mismo año. En 1885, agotado el capital de la sociedad en las obras realizadas entre Algeciras y Jimena, la demora en la concesión de las subvenciones previstas hizo que los promotores del proyecto desistieran de la construcción de la vía a Jerez, optando por la de Ronda que uniría Algeciras con dicha ciudad y Bobadilla.

En su número del día 2 de noviembre de 1874, el diario madrileño La Correspondencia de España insertaba una noticia, fechada en Algeciras el día 30 de octubre, que daba cuenta de que pocos días antes había llegado a la ciudad un individuo, al parecer francés, que dijo ser el empresario del proyectado ferrocarril de Cádiz a esta ciudad. Se le recibió con aprecio y se le obsequió con esplendidez; pero ayer vino una orden del gobernador de Cádiz para que fuese preso aquel individuo, por ser uno de los comprometidos en el alzamiento cantonal de Sevilla. Así se efectuó, quedando a disposición de aquella autoridad.

El corresponsal del diario no identificó al individuo pero de la información que del mismo facilita -y de la disponible en la bibliografía consultada- cabe concluir que se trataba, sin duda, del ingeniero civil, francés, Emilio Sabathé Balignac, acusado de haber tomado parte activa en la sublevación que proclamó el Cantón Andaluz de Sevilla en julio de 1873. Condenado por el consejo de guerra celebrado en aquella ciudad, una vez sofocada la intentona por las fuerzas del general Pavía, recurrió la sentencia en alzada ante el tribunal supremo de Guerra, lo que no impidió su condena a veinte años de presidio, que pasó a cumplir en Ceuta.

El anuncio de venta de acciones de la Compañía del ferrocarril de Jerez a Algeciras-Gibraltar. El anuncio de venta de acciones de la Compañía del ferrocarril de Jerez a Algeciras-Gibraltar.

El anuncio de venta de acciones de la Compañía del ferrocarril de Jerez a Algeciras-Gibraltar.

Apenas un año después de la detención de Balignac en Algeciras, en los primeros días del otoño de 1875, la prensa gaditana y la prensa nacional especializada reproducían la noticia, publicada en el Guardian de Gibraltar, en la que anunciaba que una compañía inglesa ha determinado construir por su cuenta un ferrocarril que, partiendo de la Villa de La Línea, empalme con el de Jerez, pasando por San Roque, Castellar, Algar y Arcos. La obra está valuada en 200 millones de reales. […] Los trabajos ya están empezados y se aguarda muy pronto material para la construcción. La estación de La Línea irá situada al Norte, en línea recta con la calle San Pablo, á fin de que los viajeros tengan la entrada por el centro de la población. […] Este nuevo trabajo al par que empleará muchos brazos, ha de dar un gran impulso á nuestros vecinos pueblos, tan decaídos en nuestros días.

Pocos días después El comercio reproducía la información aparecida en El Último Telegrama, de Algeciras, que afirmaba: “El replanteamiento, que así se llama el trabajo que se está efectuando en la Línea de la Concepción para el ferro-carril, sigue adelante y muy entusiasmados los vecinos de dicha población”; a finales de noviembre la prensa nacional se ocupaba del proyecto de construcción de “un ferrocarril desde Algeciras a la línea de Sevilla a Cádiz”; y, en los primeros días de diciembre, el diario jerezano El Guadalete anunciaba a sus lectores que el ministerio de Fomento había autorizado a una compañía francesa a realizar los estudios necesarios “para la construcción de un ferrocarril que, partiendo de Algeciras y pasando por Los Barrios, empalm[ase] con la línea de Sevilla a Cádiz” e informaba de que, en lo alto del puerto de Galis, se encontraba la comisión de ingenieros que realizaba los estudios del ferro-carril “que partiendo de Gibraltar […] venga a terminar en Jerez, […] llama[do] á ser el gran centro […] de la vasta zona cuya inmensa riqueza existe casi inexplotada por falta de una gran vía de comunicación”. Por estas fechas, Emilio Balignac, de nuevo en Algeciras, esta vez como responsable del proyecto del ferrocarril del Campo de Gibraltar a Jerez, “proponía [al Ayuntamiento] la creación de una comisión que considerase con la empresa la construcción del ramal hasta esta ciudad”.

En enero de 1876, al tiempo que publicaba la noticia de que, tres meses después de iniciados, se habían dado por terminados los estudios y trabajos previos a la construcción del ferrocarril, el diario jerezano El Guadalete reclamaba, una vez más, “la atención del Excmo. Ayuntamiento sobre este importantísimo proyecto”. Por su parte, a principios de marzo, el diario El Comercio reproducía en su primera página una carta del corresponsal en Andalucía del periódico gibraltareño El Guardián, en la que, “a la vista […] del contrato de la empresa de esta nueva vía férrea con los municipios de las seis poblaciones del trayecto, que son La Línea, San Roque, Jimena, Algar, Castellar y Arcos”, proponía un trazado alternativo que, atravesando campiñas feraces entre los términos de Alcalá y Medina, enlazase pueblos importantes y permitiese […] comunicarse algún día con Chiclana […] y San Fernando. […]. Esta reforma modifica ventajosamente el proyecto, enlazando más puntos productivos al Campo de Gibraltar, tan necesitado de acercarse a los centros agrícolas y mercantiles que lo saquen de la postración en que desgraciadamente yace ha muchos años.

La finalización de los estudios y trabajos preliminares dio paso a una larga etapa de silencio –más de dos años– en torno al ferrocarril en proyecto. Entre el 7 de marzo de 1876 y el 14 de abril de 1878, solo en un par de ocasiones dio la prensa noticias puntuales: la primera, en octubre de 1876, publicada por El Último Telegrama de Algeciras, y reproducida por la prensa nacional, que aseguraba que “en breve empezarán los trabajos del ferrocarril desde el sitio llamado La Tunara”; la segunda, en septiembre de 1877, aparecida en el diario madrileño El Globo en la que se informaba de que los estudios del ferrocarril estaban ya terminados y que “casas francesas e inglesas acaban de mandar allí a sus delegados para tratar su construcción”.

La presentación en sociedad

En la primavera de 1878 hicieron acto de presencia en Madrid los promotores del ferrocarril. En su número del 14 de abril de aquel año, el diario madrileño La Correspondencia de España informaba a sus lectores de que, la noche anterior, aquellos señores obsequiaron con un banquete en la fonda de Lhardy a los Sres. Castelar, Sedano, Bermejo, conde de Foxá, Polanco, Olías, Cossío y otras personas [a las que] manifestaron […] su propósito de emplear un capital considerable en la construcción de una vía férrea que una a Gibraltar con el interior de España, atravesando la parte alta de la provincia de Cádiz. Al terminar la comida pronunció el Sr. Castelar algunas palabras para aplaudir la idea. El Sr. Sedano se adhirió á lo dicho por el Sr. Castelar, y el señor secretario de la embajada inglesa dio las gracias, en nombre de sus compatriotas, a todos los concurrentes.

Emilio Castelar, presidente de la comisión sobre el ferrocarril. Emilio Castelar, presidente de la comisión sobre el ferrocarril.

Emilio Castelar, presidente de la comisión sobre el ferrocarril.

Ocho meses después, el día 29 de noviembre, el algecireño Antonio Ruiz Tagle, diputado en Cortes por el distrito de Algeciras, presentó al Congreso, en su nombre y en el de otros seis diputados, una proposición de ley sobre la construcción de un ferrocarril “de utilidad más que demostrada porque ha de recorrer una zona riquísima, falta de caminos, y […] unir con el interior de España la grande, la histórica bahía de Algeciras, destinada […] a ser emporio de riqueza y gloria del estrecho de Gibraltar”.

Las dificultades del trazado, el carácter de vía internacional que había de tener y su importancia estratégica, hacían “justa, equitativa y necesaria la subvención por parte del Estado”, y los “considerables gastos realizados en el estudio de tan importante proyecto” justificaban la propuesta de adjudicación directa a sus promotores. Conforme a las consideraciones mencionadas, el artículo primero de la ley propuesta autorizaba a D. Emilio Balignac, D. Alejandro Luis Irvine, D. Francisco Engelbach y D. Eugenio Rull, para construir un ferro-carril directo que, partiendo del de Sevilla á Cádiz, en su kilómetro 99, […] cerca de Jerez, pase lo más próximo que sea posible por Arcos, Algar, Tempul, puerto de Galis, Jimena, Castellar, San Roque, llegue a Torre Rocadillo (antigua Carteia), empalmando allí con el ya conocido de San Fernando a Algeciras y La Línea, conforme á los proyectos, planos y condiciones facultativas y económicas que apruebe el ministerio de Fomento y el artículo tercero reclamaba la ayuda del Estado a la construcción del ferrocarril pidiendo “una subvención de 60.000 pesetas efectivas por kilómetro, equivalente aproximadamente á la cuarta parte del coste de la línea”.

Cuatro días más tarde, la prensa especializada publicó íntegramente la proposición de ley, cerrando la transcripción con un comentario breve y contundente, en el que expresaba su opinión de que “con subvención, con franquicias y sin subvenciones, nos parece muy mal este proyecto”. Del mismo parecer debió ser el Congreso porque la única mención al ferrocarril propuesto que aparece en la reseña de los trabajos ejecutados en dicha Cámara durante la legislatura de 1878 da cuenta de que la proposición de ley del señor Ruiz Tagle no había sido apoyada.

Las noticias, poco alentadoras, sobre la falta de apoyo a la proposición de ley en el Congreso obligaron a los promotores –y a sus valedores– a buscar de otro modo la ayuda financiera del Gobierno de la nación a su proyecto.

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