El Estrecho de Gibraltar, Castellar y la Ensenada de Bolonia forman parte del Registro de Paisajes de Interés Cultural de Andalucía, impulsado por la Consejería de Cultura para mejorar la gestión, el estudio y la difusión. Son un total de 118 zonas de la comunidad vinculados a la historia, a la explotación de los recursos y a las tradiciones etnográficas y culturales. El catálogo abarca, entre otros, enclaves mineros, agrarios, pesqueros, urbanos o relacionados con fiestas populares.

La consejera de Cultura, Rosa Aguilar, presentó ayer al Consejo de Gobierno un informe con los nuevos registros. En la provincia de Cádiz, se incluyen 13 sitios registrados. Además, de los tres del Campo de Gibraltar, se incluyen los paisajes de Arcos de la Frontera, Medina Sidonia, Vejer de la Frontera, Zahara de la Sierra, Setenil de las Bodegas, Grazalema, el paisaje vitivinícola de Jerez de la Frontera, el molinero de Patrite, el Paisaje del agua de la Manga de Villaluenga y el Paisaje recreado de la desembocadura del Guadalquivir.

El catalogo señala que el Estrecho de Gibraltar conserva su carácter histórico y mitológico como punto extremo del mundo conocido a occidente en la Antigüedad. Presenta un legado cultural que conserva vestigios de época romana como el yacimiento de Carteia o medievales como las torres de defensa del litoral. En la actualidad, la aglomeración urbana surgida en sus inmediaciones entre las poblaciones de San Roque y La Línea y la fuerte actividad industrial y portuaria contrastan con otras actividades permitidas por la características climáticas de la zona, donde la frecuencia y la fuerza del viento permiten la práctica de deportes marítimos o el aprovechamiento de los recursos energéticos sostenibles.

Por su parte, la playa de Bolonia es uno de los paisajes andaluces más reconocidos, asociado a valores naturales y culturales. En este lugar se ubican las ruinas de Baelo Claudia, ciudad romana surgida en torno a la actividad pesquera y vinculada a la elaboración y comercialización del garum. Esta actividad es una de las que ha tenido más impronta en el territorio, junto con el aprovechamiento agrario y, especialmente, el ganadero.En la actualidad, se ha convertido en un destino turístico preferencial, sobre todo para los amantes de deportes como el windsurf, que dotan a este paisaje de un nuevo movimiento y colorido.

Castellar se ha elegido por su paisaje de lomas y sierras que conforma el entorno geográfico del municipio que cuenta con dos referentes principales: la presencia de un recinto defensivo medieval construido sobre un promontorio rocoso muy visible desde distancias considerables y la alteración que supuso en el medio natural la construcción del Embalse del Guadarranque, un proyecto que, concluido en la década de 1960, renovó potentemente la fisonomía histórica del lugar.

En el resto de provincias, los paisajes incluidos se distribuyen así: 12 en Almería, 15 en Córdoba, 16 en Granada, 15 en Huelva, 17 en Jaén, 13 en Málaga y 17 en Sevilla.

El proyecto, que cumple con la directiva del Convenio Europeo del Paisaje, suscrito por España en 2008, y con la Estrategia Andaluza del Paisaje, aprobada en 2012, ha sido realizado por un equipo de profesionales del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) y de las Universidades de Sevilla y Pablo de Olavide. Sus principales objetivos se dirigen a fomentar el conocimiento de los ciudadanos y visitantes, y sentar las bases para futuras medidas de protección.

Teniendo en cuenta la funcionalidad, el registro distingue cinco categorías, según sean los sistemas de asentamiento (dominante rural o urbano); de comunicaciones y vías de transporte (artificiales o naturales); de seguridad y defensa (de posición o de apoyo); de obtención y transformación de los recursos, o ideológicos y asociativos (festivo, mágico-religioso, funerario, creado o recreado).