Cuando estaba estudiando Magisterio en Cádiz, poco podía imaginar Carmen Infante que acabaría siendo jefa de Neuroinmunología Experimental en el prestigioso hospital Charité de Berlín. Tras finalizar la carrera fue a pasar un tiempo en Alemania y al descubrir el bajo coste de estudiar allí y la posibilidad de trabajar al mismo tiempo se quedó, hizo la carrera de Biología y un doctorado en Inmunología. Un ejemplo de que se puede nacer en San Roque “en una familia humilde y acabar haciendo una carrera científica”. Por eso defiende que “hay que educar a las niñas en el emprendimiento, en atreverse”.

Infante trabaja con enfermedades del sistema nervioso central que están producidas por el sistema inmune. Algunas son enfermedades muy raras, otras más conocidas como la esclerosis múltiple. “Se sabe bastante de estas enfermedades, pero poco de sus orígenes y de cómo van a progresar”, apunta.

Su grupo de investigación tiene una media de entre 12 y 16 personas. “Principalmente me dedico a investigar el papel de algunas células nuevas del sistema inmunitario, descubiertas en 2010, qué papel tienen en el cerebro. Otros compañeros están viendo aspectos de cómo se regenera el cerebro y otro grupo paralelo está enfocado en cómo reacciona una célula específica, pero del sistema nervioso”.

Infante da clases en la Facultad de Medicina de Neuroinflamación, de Inmunología básica y de Neuroinmunología. Y también de máster. Como experta en vacunas, destaca el logro que han supuesto las del coronavirus: “Nadie pensó que se iban a desarrollar vacunas con esta celeridad impresionante. Y las vacunas no son por eso menos seguras”. Espera que esto “convenza al mundo político de la importancia de la ciencia”.