EnciclopediadelaLÍNEA

Alcaldes en la segunda mitad del siglo XX (IV)

  • TOMO iXEl noveno volumen de la Enciclopedia de La Línea desgrana los altos cargos vinculados a la ciudad entre 1870 hasta 2013

Paco Niebla, Luis Yáñez, Domínguez Conejo (alcalde de Los Barrios) y Eduardo López Gil (alcalde de San Roque) en el Hotel Guadacorte en 1979.

Paco Niebla, Luis Yáñez, Domínguez Conejo (alcalde de Los Barrios) y Eduardo López Gil (alcalde de San Roque) en el Hotel Guadacorte en 1979. / .

En La Línea de la Concepción, desde 1870, en que esta barriada se segrega de la ciudad de San Roque, hasta 2013, se han sucedido un total de 75 alcaldes, que han sido 74 hombres y una alcaldesa, María Gemma Araujo Morales. Algunos de estos alcaldes han repetido en el cargo, por lo que en realidad no ha sido este el número de personas que han regido el municipio linense, sino algo menor.

FRANCISCO NIEBLA MOLINA (19/4/1979-31/5/1980)

Francisco Niebla Molina nace en La Línea en la calle Moreno de Mora en el año 1926. Con 9 años se muda al Patio Negrotto, de la calle Zaragoza, donde viviría junto con sus padres hasta el momento de su boda. Su padre, Enrique, era miembro de la masonería linense y trabajaba en las oficinas de la Compañía de Transportes Internacionales que hacía el servicio de viajeros entre La Línea y Gibraltar.

Asistió al colegio público de la calle Teatro, debiendo abandonar sus estudios tras la guerra, pues su padre estuvo en la cárcel tres años y fue deportado a Ronda otros tres más, teniendo que ponerse a trabajar para ayudar a la familia. En esos años pretende ser torero. Se hace después cobrador de la Compañía de Transportes Internacionales (propiedad de sus tíos) y más tarde conductor. Cuando conoce a su novia tiene 17 años. Desde 1947 a 1950 realiza el Servicio Militar en el Parque Automovilístico de Sevilla.

En 1954 se embarca durante dos años en un barco noruego de carga y transporte de gasolina trabajando de motorman, volviendo a La Línea a finales de 1956.

Se casa a principios de 1957 con Rosa Villalta Macías, que será su permanente y fiel compañera hasta su muerte. Se establecen en casa de los padres de ella, una familia linense acomodada con numerosos terrenos y huertas urbanas en Mondéjar y el polígono de La Colonia, en un gran chalet de la Avenida España. El matrimonio no tuvo hijos. En 1958 Paco se compra un Charavan inglés para transporte y lo trabaja en el interior de Gibraltar, lo vende y se marcha otra vez embarcado. Durante unas vacaciones compra un taxi, lo cede en arrendamiento y vuelve a viajar en otro barco noruego por America, África y Europa hasta 1963. Cuando se produce la expropiación del Polígono de La Colonia y derriban el hogar familiar de la avenida España, compran una casamata en 1964, en la avenida Menéndez Pelayo, donde permanecen hasta 1988, cuando de nuevo se mudan a la avenida España.

En 1969, con el cierre de la Verja, desaparece la Compañía de Transportes Internacionales y Paco se embarca de nuevo hasta 1975, en que recupera el taxi hasta el año 1979, en que siendo ya alcalde, lo vende junto a la licencia, quedándose sin otro medio de subsistencia para el futuro. En 1976 ingresa en el PSP de Tierno Galván y pertenece a la Junta Democrática, acudiendo frecuentemente a Manilva donde conoce a todos los líderes del PSP (Tierno, Morodo, Bobillo, Bofill, Bono, González Deleito, Morán, Enjuto...). Acude al Congreso del PSP en Madrid, el primero de los autorizados a la oposición, y al de Torremolinos tras las primeras elecciones democráticas en que se fusionan el PSP y el PSOE. Las elecciones municipales se celebran en abril y el 19 de mayo de 1979 es elegido alcalde de La Línea con los votos del PSOE, PC y MC.

Se produce en 1980 la crisis interna del PSOE de nuestra ciudad y Niebla deja la Alcaldía junto con varios concejales, siendo sustituido en el puesto por Juan Carmona de Cózar. Se retira desde entonces de la política activa, manteniendo el carnet del PSOE.

En 1989 ingresa en la masonería, en la Logia linense Resurrección, dedicándose a escribir sus memorias políticas. Fallece en 1995, con 69 años. Está enterrado en el cementerio de San José de La Línea.

La primera Corporación Municipal democrática

El 19 de abril de 1979 fue constituida en La Línea la primera Corporación municipal después del Franquismo. Aquel día, Francisco Niebla Molina tomó las riendas de la ciudad junto a veinticuatro concejales elegidos por sufragio universal por primera vez en mucho tiempo.

El PSOE había ganado las elecciones en La Línea con 10.474 votos, el 47,57 por ciento de los emitidos, que le valieron trece concejales. Segunda había sido la UCD, con 5.915 votos (el 26,87 por ciento) y siete concejales. Luego, empatados a dos concejales, el PSA y el PCE, que obtuvieron, respectivamente, 2.338 y 1.863 votos. El quinto partido con representación municipal fue el MCA, que la consiguió gracias a los 1.157 votantes que tuvo. CD quedó fuera con sólo 235 votos.

El grupo municipal socialista de aquella primera Corporación estaba formado por Francisco Niebla, Juan Carmona, Martín de Alda, Guillermo León, Antonio Marmolejo, Francisco Vivas, Antonio Díaz Lara, Antonio Pedrero, María del Carmen Castillo, Diego Gómez, Rafael Martín, Marcelino Amoedo y José Leiva.

En junio del año siguiente, Paco Niebla dejó la alcaldía en manos de Juan Carmona, que entonces tenía apenas veintinueve años. Aparte, hubo muchos cambios durante los cuatro años del primer mandato socialista. José Reula sustituyó a Martín de Alda en julio del mismo 1979, aunque tampoco cumplió hasta el final puesto que le reemplazó Dámaso Fernández. Antonio Marmolejo también dimitió. José Luis Moreno sustituyó a Diego Gómez y Laureano Romero entró por José Leiva, aunque no llegó a tomar posesión.

El grupo municipal de UCD lo formaban José Luis Villar Cerón, Jaime Clavijo, Julio Castilla Dorado, Elena Pallarés, Marcos Galiana Calvente, Alfonso Garzón y Manuel Sújar. Todos se mantuvieron hasta el 20 de mayo de 1983, fecha de la última sesión plenaria de la primera Corporación.

El PSA-PA tenía dos concejales: José Chicón y Rafael Sibajas. El primero de ellos no pudo acabar los cuatro años en la Corporación y fue sustituido por Jorge Pérez Tenorio, quien a su vez dejó su puesto a Francisco Mena.

Francisco Beza y Ramón Crespo eran los concejales del PCE. Ambos dejaron sus cargos el 25 de septiembre de 1980 a Juan Cano y a Manuel Bogarín. El vigésimo quinto concejal era José Estepa, del MCA.

El acto constitucional comenzó con la formación de la mesa de edad. Martín de Alda fue el presidente y estuvo acompañado por el concejal más joven, Antonio Marmolejo, y por el secretario, Saturnino de la Torre.

Concedida la venia se permitió la entrada al público y se procedió al examen de las credenciales presentadas por los concejales electos. La mesa anunció a continuación que se iba a proceder a la elección del alcalde. Los candidatos eran Francisco Niebla, José Luis Villar, José Chicón, Francisco Beza y José Estepa. Villar pidió la palabra por cuestión de orden y propuso que la votación fuera pública y no secreta pero no prosperó su intención con independencia de que cada cual pudiera mostrar su papeleta.

Realizada la votación, Francisco Niebla obtuvo dieciocho votos y José Luis Villar se quedó en sus siete concejales, por lo que conforme a lo previsto en el artículo 28 de la Ley de Elecciones Municipales resultó electo Francisco Niebla Molina al tener la mayoría absoluta de los concejales.

La comisión permanente fue formada por ocho concejales (un tercio de la Corporación) y el alcalde. El secretario, Saturnino de la Torre, fue el encargado de dar lectura en aquella sesión inaugural y constitutiva a los preceptos legales de formación y funcionamiento.

Los tenientes de alcalde eran, curiosamente, concejales de casi todos los grupos municipales, no como sucede hoy día.

Aquella primera comisión la formaron Francisco Niebla como alcalde y los concejales Francisco Vivas, Antonio Díaz Lara, María del Carmen Castillo, Antonio Marmolejo, José Luis Villar, Jaime Clavijo, José Chicón y Ramón Crespo.

Durante el mandato de Paco Niebla, que duró exactamente un año, un mes y doce días, suceden las siguientes noticias:

26 de octubre de 1979.- Nace Santiago Manciño, torero linense.

10 de abril de 1980.- Los gobiernos de España y Gran Bretaña firman la Declaración de Lisboa, en la que ambos se proponen resolver el problema de Gibraltar en un espíritu de amistad y de acuerdo con las resoluciones pertinentes de Naciones Unidas.

15 de mayo de 1980.- Muere el cantaor flamenco Antonio Fernández de los Santos El Chaqueta, a los 62 años de edad.

27 de mayo de 1980.- Salustiano del Campo Urbano, humanista y pensador linense, ingresa en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.

Carta abierta de Francisco Niebla a Juan Carmona

Francisco Niebla envió una carta al diario Área, que fue publicada el domingo 18 de abril de 1982 en su página ocho, tras unas declaraciones sobre él de su sucesor, Juan Carmona, en el diario Sol de España.

Aunque me he acogido al derecho de réplica en el diario Sol de España, periódico en el cual he sido aludido por el Sr. Alcalde, yo que nunca ignoré a nuestro periódico comarcal para personas o temas relacionados con nuestra localidad, recurro una vez más al mismo en la creencia que adopto la postura correcta y aplico la deferencia que Área merece, máxime cuando se trata de reconocidas personas linenses.

Considerando este asunto de posible grave trascendencia te ruego la publicación íntegra sin quitar ni poner coma en la carta abierta que dirijo a D. Juan Carmona de Cózar.

Compañero Juan, he sido aludido por ti en el diario Sol de España 26 de marzo y he tenido conocimiento de tus palabras el día siete de abril por un compañero, ya que no puedo comprar toda la prensa que deseo. Te contesto por ser la segunda vez que públicamente me incitas ello; la primera no lo hice públicamente, me dirigí a los comités provincial y local fecha 4/10/80 demostrando así mi sentido de disciplinada responsabilidad. Ahora lo hago porque nadie lo hará por mí ni debe hacerlo tampoco.

Con el contenido de tus declaraciones reflejas por reacción tu forma de pensar tras mi honesta intervención en Los Lagos sobre ética política. Dices, quizás, empleando el ataque como defensa que he pecado de oportunismo, no entiendo cómo puedes decir eso de quien ha cumplido el deber de manifestarse opuesto al insulto personal contra cualquier ciudadano sea cual sea su militancia política. No te comprendo cuando dices que la gente no se ha metido con Villar como persona, sino contra lo que representa, sigo en mi oportunidad de decirte como ejemplo, "el que quiera insultar al PSOE no debe hacerlo de forma directa contra tu persona, y el que quiere insultar a ti nunca debe hacerlo de manera que abarque a todos los que formamos el PSOE, de todos modos el insulto es siempre repudiable y quizás hasta punible; también recurres en ellas al insidioso "también dicen" y me he entristecido por ti al pensar que puedan ver incorrecto e inelegante que un hombre de tu representatividad emplee ese estilo de comentario tendencioso y falso.

Ahora declara que fui cesado y sin embargo en Área dos de octubre del 80 decías que me marché, que presenté dimisión ¡existe gran diferencia semántica, compañero!, la verdad interna, aunque se nos está prohibido voy a decirte ya que me provocas a ello cuando haces inadecuado uso de la parcela de poder público que ostenta, presenté dimisión y mi problema está aún sub yudice en el Ejecutivo Federal, me marché sin lanzar ataques contra nadie, me preocupé no dañar la imagen del partido, nunca hice declaraciones públicas al respecto, continúo diciendo que soy lo que era y sometido a la disciplina del PSOE, y así fue porque La Línea, que era mi única preocupación, ni en aquella fecha ni hoy está para batallitas políticas, ni debe ser la que pague el enfrentamiento de unos hombres.

De ti "también dicen" que la noche del pasado 26, después de larga, incómoda y privada reunión, aceptaste en Cepsa precisamente desmentir al Sr. Iria, este periodista en Sol de España uno del corriente comenta que le dijiste: "La verdad es que me irrité, charlé contigo en coloquio y mis nervios no estaban para chiquitas", y termina el periodista diciendo: "El alcalde estuvo humilde y supo borrar un acto cometido en un momento de ira". Sr. Alcalde, al calificarle el Sr. Iria de humilde creo que le estaba diciendo con claridad meridiana, según nuestro léxico, que estuvo usted sumiso y obediente.

De ti "también dicen" que pecaste de oportunismo al venirte a vivir a La Línea tres meses antes de las elecciones municipales, que prácticamente nunca has residido en ella, que terminaste tu carrera y te estableciste en otros lugares y que venías con la idea prefija de ser alcalde, no pudiendo tolerar por ello en tu fuero interno que el partido te hubiese desplazado de la cabecera por un trabajador manual.

De ti "también dicen" que no te han dado entrada en el Comité Provincial como deseabas, ni un puesto de posible elección para parlamentario en Andalucía, que tampoco encabezarás la lista para las próximas elecciones, ignoro lo que haya al respecto, pero respeto la decisión mayoritaria de los compañeros. Termino con el "también dicen" porque sería interminable y aunque tú seas el que haya comenzado a usarlo me cuesta mucho seguir por ir contra mi estilo personal.

Comentas que cuando me fui nadie rompió una lanza a mi favor, silenciando que a los 30 minutos de mi marcha declaraba a la SER sin perder los nervios que lo había hecho por motivos familiares, quizás porque tú no hubieses actuado así no comprendas el significado de un sacrificio consciente, responsable y silencioso en aras a que ni el partido ni La Línea merecían un escándalo. Debo decirte Juan que por ti en aquella época ni hoy tampoco doblarían las campanas.

Dices en tus declaraciones que me he empleado en Cepsa y que a lo mejor me he visto en la necesidad de estar en la cena ¡qué agudo eres, Juan!, debo decirte que yo sepa Cepsa no condiciona la militancia política a sus empleados ni impone criterios ideológicos para ser admitido, tú sabes que en Refinería hay destacados hombres del partido y de la UGT. ¿Aceptarías ser en un próximo futuro asesor jurídico de Cepsa? Yo ni te vincularía ni me incomodaría por ello.

Eres torpe, Carmona, ¿crees de verdad que para consumar esa acechanza sobre un puesto de trabajo yo hubiera esperado 22 meses…?, tu torpeza ha hecho que nuestra compañera Elena Flores viniera a poner orden, tu torpeza te llevó a Gibraltar con naufragio, provocando un archipiélago en las declaraciones de nuestros compañeros alcaldes de la zona (hay quien dice que tu protagonismo), tu torpeza ha provocado que el Sr. Villar te diga que nunca los gobernadores civiles se crearon por oposiciones y que tú también has sido puesto a dedo. Juan te ruego por lo que eres y por lo que representa más reflexión en tus palabras.

Lamentaría que nuevamente te ocuparas de mí de forma tan irrespetuosa, soy tu compañero antecesor en el cargo, pero inocente a que el partido me colocase delante de ti.

Entre otras cosas soy distinto a ti en que no soy abogado, soy hijo de obrero, a los 14 años empecé a trabajar para llevar a mi casa el sustento, soy trabajador manual, autodidacta, pero esto sí, llegué a alcalde de mi pueblo por elección.

Tú naciste en respetada familia acomodada dedicada a la construcción y compra-venta de terrenos, eres abogado y has llegado a alcalde por sucesión.

Siento profundamente compañero Juan Carmona de Cózar que me hayas obligado por alusión pública a esta ceñida réplica.

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