La Balona y un grupo X plagado de filiales
Real Balompédica Linense | Tercera Federación
Los albinegros van a formar parte de una liga de 18 equipos en la que cinco serán afiliados, cuatro de ellos dependientes de clubes de la LFP
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La Real Balompédica Linense va a formar parte de un grupo con cinco filiales la próxima temporada en la Tercera Federación. A la espera de que concluyan las finales de este mes de junio del playoff de ascenso a Segunda RFEF y de conocer la composicicón definitiva del grupo X para la 2025/26, la Balona ya puede planificar con la seguridad de que tendrá que hacer frente a cinco equipos afiliados, cuatro de ellos dependientes de clubes de la Liga de Fútbol Profesional.
La plaga de los filiales se extiende por todas las categorías nacionales y cada verano reabre el debate entre los aficionados que se dividen entre los que abogan por una liga propia para los filiales -como ocurre en otros países de Europa- y los que defienden la presencia de este tipo de equipos de cantera para elevar el nivel de las competiciones y apoyar al desarrollo de las jóvenes promesas.
La Balona que intentará el ascenso a la Segunda RFEF compartirá camino con el también recién descendido Cádiz Mirandilla (el Cádiz B de toda la vida), el Atlético Onubense, el Ceuta B, el Córdoba B y el Sevilla C en un grupo X que se compone de 18 inquilinos. Esto quiere decir que los filiales supondrán casi un tercio de los rivales durante la competición doméstica de 34 jornadas ligueras.
La Balompédica viene de dejar atrás una campaña para olvidar en la que rivalizó con tres filiales en el grupo IV de la Segunda RFEF: un Almería B que fue de menos a más, pero se quedó sin el premio del playoff de ascenso, un Cádiz Mirandilla que reaccionó demasiado tarde y se aferró a la categoría hasta última hora y un Recreativo de Granada que encadenó su segundo gran fracaso consecutivo y en dos años ha pasado de la Primera a la Tercera RFEF, cuesta abajo y sin frenos desde que la última joya, Samu Omorodion, dio el salto y salió traspasado de la entidad nazarí.
Los equipos filiales dependen, nunca mejor dicho, de la dinámica y el momento del club del que dependen. A menudo se contagian por el buen momento de los mayores así como se dejan arrastrar por una crisis deportiva. Se puede decir también que, con la renovación de camadas cada dos-tres años, estos conjuntos se convierten en melones por abrir con plantillas capaces de pelear por lo más alto o pagar un peaje de aprendizaje y verse en el lado opuesto.
Para la andadura 2025/26, el Ceuta B se postula como uno de los filiales a seguir tras el histórico ascenso a Segunda de la AD Ceuta FC. Con los caballas metidos de lleno en LaLiga, la intención del club norteafricano es potenciar a su segundo equipo e incluirlo en ese proceso de profesionalización al que obliga la LFP. Otro filial con el equipo nodriza en Segunda es el Córdoba B. Los califales han superado con creces su vuelta a la división de plata de la mano de Iván Ania y seguramente puedan centrar más recursos en un B que en los últimos años ha dado sus frutos.
El Mirandilla también estará respaldado por un club de Segunda como el Cádiz, una entidad que necesita espolear a una cantera que ha vivido una zozobra generalizada con cuatro equipos han perdido la categoría: el Cádiz Mirandilla, el Cádiz C Balón, el Cádiz B juvenil y el Cádiz C juvenil. Nunca antes cuatro equipos del fútbol formativo del Cádiz CF habían descendido en una misma temporada.
El Sevilla C será el único sustentado por un club de Primera, aunque en su caso se trata del tercer equipo de los Nervión, que mantuvieron al Sevilla Atlético en la Primera Federación. El C sevillista desempeña ese rol especial de puente entre el juvenil y el primer filial. Esta última campaña salvó la categoría sin demasiada brillantez, pero con tres jornadas de antelación. A priori es el filial con más incógnitas de los cinco que se pondrán en liza.
El Atlético Onubense, el filial mejor clasificado el pasado curso en el grupo X al terminar en la octava plaza, parte con toda la incertidumbre que rodea al nuevo proyecto del Recreativo de Huelva. El descenso del Decano a la Segunda Federación y el cambio de propiedad centran toda la atención en Huelva, donde el Onubense queda en un segundo plano. Habrá que esperar al aterrizaje definitivo del empresario argentino Marcelo Fígoli y a las primeras decisiones importantes, entre ellas, el proyecto del filial.
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